En plena crisis, el Salón del Vehículo de Ocasión ya es más importante que el propio Salón del automóvil. Si queréis ver coches, aunque no sean los últimos modelos de cada casa, aquí os vais a hartar. Esta edición en Madrid ocupa cuatro pabellones de IFEMA, son más de 4.000 coches y 65 empresas implicadas.
Abre desde hoy hasta el 2 de junio. El año pasado, uno de cada 19 visitantes se compró un coche, y más de la mitad se vende. Todos los coches han pasado una revisión de 10 puntos por una empresa especializada, y tienen todo al día: papeles, ITV, sin cargas, libros de mantenimiento, etc.
Gran parte de estos coches son stocks que vienen de gerencia, concesionarios, de empresas de alquiler/renting... podremos saber todo sobre ese coche que nos interesa, con las mejores garantías que podemos obtener de un coche usado. La variedad es total, desde utilitarios hasta superdeportivos, incluso más de un clásico.
Ahora mismo en España se venden más de dos coches usados por cada uno nuevo. Con el empuje del Plan PIVE, los seminuevos se abaratan para ser competitivos con los nuevos. De hecho en el sector estiman que el 73% de los españoles se plantea como primera opción un coche usado.
Aunque estos salones aún no soy muy atractivos para el gran público y tienen menos acogida numérica, son más rentables que los salones del automóvil nuevo. Los costes son mucho más bajos, en vez de un coche puedes meter 20, no hay que hacer grandes inversiones en stands, ni servicio de catering ni azafatas. La entrada cuesta 5 euros.
Igual no es una idea tan mala fusionar el Salón del VO con el Salón del automóvil. ¿Se atreverán a ponerlo en práctica algún día?