Como de costumbre desde hace tres años, ayer me hice un Bárcenas para ver el Salón de Ginebra. ¿De qué se trata? Pues de coger los vuelos de Iberia de primera y última hora para, en apenas 5 horas, ver todo lo imprescindible en el Salón de Ginebra.
La huelga de Iberia amenazaba con dejarme sin mi ración anual de coches gordos, azafatas delgadas y siliconadas, pero afortunadamente mis vuelos fueron de los pocos que no se vieron afectados ayer día 5. ¿Os venís a pasar un día con nosotros en el Salón de Ginebra?
El vuelo de ida debía salir a las 09:10 cargado de caras conocidas de la industria del motor en nuestro país, como de costumbre, pero la mayoría de los habituales debieron cambiar el vuelo por miedo a la huelga, porque salvo un par de excepciones, los pasajeros sabían entre poco y nada de coches.
Tras una hora de retraso por una pieza que se había desatornillado en el avión en Barajas, el vuelo despegó a las 10.15. El viento de cola nos favoreció, de forma que aterrizamos entre las nevadas montañas suizas solo 35 minutos más tarde de la hora prevista.
Del aeropuerto de Ginebra al Palexpo, dónde tiene lugar el Salón, hay menos distancia que de la T4 a la T2 de Madrid. Aunque el salón pone shuttles para los asistentes, siempre hago ese recorrido andando. Son 15 minutos que sirven para empezar a preparar las piernas para el "tute" que nos queda por delante de stand en stand.
En el camino entre el aeropuerto y el Palexpo, las marcas comienzan a mostrar parte de lo que tienen en sus stands, es un reclamo más en forma de acción de marketing. Así por ese camino subterráneo me encontré con el nuevo Jaguar F-Type en un discreto stand con un joven limpiándolo a conciencia.
Era la primera vez que lo veía en persona. Bonito no, precioso. Enhorabuena a Jaguar por haber recuperado el buen gusto. Sigo andando sin detenerme demasiado, a pesar de que me apetecería pasarme mucho tiempo deleitándome con él.
Más adelante el Volkswagen Beetle Cabrio se mostraba en un contenedor lleno de arena que me recordó al verano, a pesar de que fuera estábamos a penas a 4 grados. El Smart eléctrico era otro de los protagonistas de ese camino hasta el Palexpo, pero llegaba tarde y no me paré a verlo.
A las 12.20 estaba entrando en el Salón de Ginebra 2013, y tras cumplir con varios compromisos que tenía programados, a las 15 horas ya estaba listo para mi habitual vuelta rápida al salón.
Lo bueno que tiene Ginebra frente a otros salones, es que es relativamente pequeño. Toda la actividad se concentra en dos halls que están a dos alturas, en los que conviven desde las marcas generalistas hasta las más exclusivas y los siempre presentes preparadores de coches y carroceros.
Toda la industria europea del mundo del automóvil estaba concentrada ayer en los dos halls del Palexpo, en la que es sin duda la cita de referencia para el mundo del automóvil en nuestro continente.
Comenzamos un repaso cargado de anécdotas en Ginebra
Comencé por Audi, por eso de mantener el orden alfabético. Allí destacaban los Audi A3 e-Tron y Audi A3 Sportback g-tron. El RS6 Avant por su parte es una de las berlinas más bestias que he visto en mi vida. A su lado el Q3 RS, el primer SUV de la gama RS, parece el coche que le comprarías a tu hijo de 18 años cuando aprobase el carnet.
Pero no nos confundamos porque el Q3 RS, además de ser bajo mi punto de vista uno de los coches más atractivos del salón, también será uno de los integrantes de la gama RS de más éxito. Sus líneas entran por los ojos, y no parece como otros SUV de altas prestaciones, algo fuera de lugar. Me gusta mucho.
De Audi directos a Porsche para ver el nuevo 911 GT3. No tengo palabras para describirlo. A mi que de vez en cuando me gusta entrar en un circuito a quemar adrenalina, ese coche me parece la encarnación de la perfección absoluta.
475 caballos, el PDK de siete velocidades, eje trasero direccional (como los antiguos Citroën ZX) y un aspecto exterior que rompe con la elegancia y sobriedad del 911 normal, como debe ser en un coche más habitual de los paddock que de la puerta de los restaurantes de lujo. Un 10.
A su lado estaba el stand de Lamborghini, así que me acerqué a echar un vistazo al la Veneno. Exceso y extravagancia se mire por dónde se mire, un coche pensado por y para los petrodólares. Parece más una preparación de Mansory que un Lamborghini original.
No dudo que será un maquinón, pero menos mal que solo se harán tres. Yo hubiese celebrado el 50 Aniversario de la marca con una edición limitada del Aventador o del Aventador Roadster, que al lado del la Veneno pasaban desapercibidos.
Enfrente de Lamborghini, Bugatti seguía con los incombustibles Veyron. Mostraban tres unidades, y siempre "mola" ver un coche de ese calibre. ¿Es el más potente del salón? Si no fuese por el Koenigsegg Hundra que estaba enfrente, no hubiese dejado de verlo durante un buen rato.
De allí me fui directo a McLaren, porque el color naranja del F1 GTR me atraía sin remedio. Es mi coche favorito de toda la historia, y desde Woking se habían traído el primer prototipo que descansa en su museo. Pero realmente el F1 GTR no era más que el recuerdo para dar la bienvenida a su sucesor, el McLaren P1.
Es bonito, espectacularmente vanguardista y muy en línea con lo que me esperaba de él. Me encantaría probarlo, aunque me temo que me voy a tener que conformar con recordar la prueba del MP4-12C (parte 1, parte 2, parte 3 y parte 4).
Frank Stephenson estaba atendiendo a la prensa de todo el mundo para explicarle el diseño del coche. Incluso lo vi atender amablemente a dos personas de Ferrari que se habían ido hasta allí para ver a su rival más directo. Ron Dennis mientras tanto charlaba en el interior del stand con la gente VIP.
Caminando por los pasillos me encontré con Pedro Santos, el "mandamás" de Tauro Sport. Recordaréis aquel coche que nos presentaron el año pasado y que sigue su fase de desarrollo para venderse desde Valladolid para todo el mundo.
En breve tendréis más noticias del Tauro en Motorpasión, porque hay muchas historias que contar tanto del coche como de la aventura que ha iniciado Pedro para desarrollarlo. Haciendo gala de su don de gentes, Pedro me llevó hasta Bertone.
Allí tuve el placer de conocer a Carlos Arroyo, el diseñador de la marca. Granadino de nacimiento, quedamos de hablar más adelante para que me cuente más detalles de su carrera, los planes de Bertone y que me de unas pinceladas (nunca mejor dicho) sobre el mundo del diseño de automóviles.
De allí me fui directo a Alfa Romeo, que presentaba el deportivo 4C. Se trata de un biplaza precioso, que le dará un nuevo aire a la marca y que retoma la pasión olvidada años atrás. Me gusta, pero el único "pero" que le vi fue que o el coche es muy pequeño o las impresionantes azafatas que lo rodeaban eran muy altas. Menudos aparatos. Interpretad vosotros a quien me refiero.
Y ya que estaba en territorio italiano, había que pasar por Ferrari para conocer al sustituto del Enzo, un coche llamado a ser el superdeportivo por excelencia de Maranello los próximos años.
Cual fue mi sorpresa que cuando me iba acercando al stand de Ferrari y me iba cruzando con otros compañeros, todos me decían entre carcajadas que se llama LaFerrari. ¿LaFerrari? ¿Se han vuelto locos?
Me busqué un hueco entre la marabunta de gente que allí se agolpaba, y discretamente le hice unas fotos. Qué queréis que os diga, me dejó algo decepcionado. Así como el McLaren P1 no me defraudó en absoluto, las líneas del LaFerrari (se hace raro decirlo) no eran lo que me esperaba de él.
Es un coche demasiado moderno, mucho más pequeño de lo que esperaba y con unos rasgos que hacen de él un coche más futurista que actual. También tengo que decir a su favor, que esa misma sensación la he tenido con todos los últimos Ferrari que se han lanzado al mercado y al poco tiempo me encantan. Si no, que le pregunten al FF.
Seguí mi periplo por Ginebra visitando marcas italianas. Maserati tenía el nuevo Quattroporte, que tampoco me entusiasmó con su aspecto. Si, es elegante e inequívocamente Maserati, pero me esperaba algo más.
Dejando un poco de lado lo italiano, me dirigí hacia Mercedes no sin antes echar un vistazo al nuevo Rolls-Royce Wright. Había una rubia impresionante sentada en el asiento del conductor, y no se trataba de una azafata sino de la presentadora de un programa de la televisión alemana que estaba presentando el coche. No se quien despertaba más expectación, si ella o él.
En unos pasos, tras pasar por Gemballa, Morgan y alguna otra exquisitez por el estilo, llegué al stand de Mercedes, que como siempre congregaba a mucha gente. Las atracciones principales eran los nuevos CLA y A45 AMG.
Si el año pasado admití que mi coche favorito del Salón de Ginebra 2012 fue el Mercedes Clase A, este año tengo que decir que los A45 AMG y el CLA serían, junto con el Audi Q3 RS mis favoritos del salón entre los coches racionales y relativamente asequibles.
No suelo acostumbrar a montar en los coches expuestos en los salones, considero que es algo innecesario y que lo único que consigues con eso es entorpecer la labor de los compañeros de los medios gráficos que sacan sus fotos y luego se dan cuenta de que aparece un personaje con cara de imbécil dentro.
A pesar de ello, no pude resistir la tentación de montarme en el Mercedes Clase A45 AMG. Sus asientos backet con acabado en cuero negro y rojo y aluminio parecían llamarme diciendo "Héctor, ven a mi". Me metí dentro y lo que encontré fue lo mismo que en el SL 63 AMG que probé el año pasado en SaintTropez pero en formato concentrado. Menudo cochazo, menudos acabados, menudo volante de piel vuelta. Quiero uno.
Al lado de Mercedes, BMW mostraba como mayor novedad el Serie 3 GT, aunque los españoles tuvimos la suerte de verlo en persona durante la presentación del Concept Active Tourer que tuvo lugar en Madrid. Por cierto, este último también estaba presente y junto con el i3 Coupé Concept representaban la oferta más ecológica de BMW.
La hermana pequeña de BMW, MINI, también tenía un hueco al lado. Allí me encontré con el MINI Paceman John Cooper Works que Javier Álvarez probó la semana pasada en Alemania, así como el MINI John Cooper Works Countryman ALL4 Dakar Winner 2013 en honor a la victoria alcanzada en el Dakar 2013.
En el stand de Peugeot, la principal novedad era el 2008, un pequeño SUV que llegará pronto al mercado para competir de forma directa con los Nissan Juke y otros modelos que tanto éxito están teniendo en el mercado español. ¿Os gusta el color naranja? ¿Verdad que contrasta muy bien?
Poco a poco iba acabando mi vuelta rápida al Salón de Ginebra, pero no quería forzar la máquina y perderme algo de lo digno de mención, el Toyota i Road 2013, una mezcla entre coche y moto muy curiosa porque la rueda trasera es la que se encarga de hacerle girar.
Aunque sabía que me dejaba atrás muchas novedades importantes, volví hacia la planta superior dónde había comenzado mi vuelta rápida. No quería batir el record del año anterior, pero tampoco demorarme demasiado. Había que mantener la media, y la obligatoria visita a Volkswagen me ayudó a conseguirlo.
Allí el Volkswagen Golf ya lucía sobre las puertas el distintivo que lo acredita como el Car of The Year 2013, un merecido galardón que sirve además como disculpa perfecta para el lanzamiento también en Ginebra de las versiones GTD, GTI y el Variant. Este último por primera vez en la historia del Golf tiene un aspecto atractivo, muy atractivo.
La marca española por excelencia no podía quedarse sin una visita, y más teniendo el SEAT León SC como principal atractivo. El compacto de tres puertas es precioso, uno de los SEAT más bonitos de los últimos años y lo que es más importante, un coche que tiene un aspecto Premium que no envidia en nada a los Audi A3 por dejarlo en la misma familia.
Con esa visita a SEAT di por concluida mi vuelta rápida 2013 al Salón de Ginebra. Se que se quedaron muchos coches y novedades sin ver, pero al menos conseguí mantener la media de tiempo. En Motorpasión todavía tenemos que hablar largo y tendido de las muchas novedades que se presentaron en la cita suíza.
Yo mientras tanto prometo entrenarme para ser más eficiente en mi vuelta rápida del próximo año. Así iré indudablemente en línea con la industria del automóvil, que seguirá apostando por eso, por la eficiencia en todos los nuevos modelos.
Como despedida, cuando hacíamos el camino de vuelta desde el Palexpo hasta el Aeropuerto, Smart había situado estratégicamente a una azafata repartiendo chocolatinas con la inscripción "La energía en su forma más bonita". Una curiosa forma de promocionar el Smart eléctrico. Hasta 2014 Salón de Ginebra.