Más allá de nuestras primeras impresiones tras tomar contacto con el Dacia Duster 2014, vamos a profundizar en lo que supone la renovación del todoterreno de la marca rumana, tanto desde un punto de vista comercial como de las sensaciones que transmite, una vez visto y conducido.
Para hacernos una idea de cómo es el nuevo Duster, nos trasladamos hasta Marsella para asistir a su presentación y prueba con motores TCe 125 y dCi 110, ambos en tracción 4x2, y para realizar una breve prueba off-road en circuito cerrado, a bordo de un dCi 110 4x4.
Perspectivas comerciales
Desde 2004 hasta el año pasado, la marca ha visto multiplicar sus ventas por 15, y llevan colocados como 2,5 millones de vehículos en todo el mundo. En concreto, del Dacia Duster se han comercializado ya 820.000 unidades en un centenar de países a partir de cinco plantas radicadas en Rumanía, Rusia, India, Brasil y Colombia.
Con la nueva generación del Duster, Dacia quiere asentar el éxito de su todoterreno aprovechando además una coyuntura adecuada para la comercialización de sus modelos. Mantener el diseño que tan buen resultado les ha dado, hacer hincapié en la habitabilidad y polivalencia del Dacia Duster, y la estrategia de precios bajos son los tres pilares en los que se apoyan los chicos de la marca para confiar en el nuevo Duster.
Dacia Duster, detalle a detalle
La apariencia exterior del Duster apenas ha variado respecto a la generación previa. De todas formas, a partir de la eclosión de los últimos modelos de la gama, los Dacia se han caracterizado por ser una alternativa cada vez más atractiva. En el nuevo Duster, algunos detalles nos ayudan a marcar diferencia con la generación anterior.
Llaman la atención las barras para el techo, que hacen gala del nombre del modelo de manera similar a la mención "Stepway" en el Sandero del mismo nombre. Este signo de identidad queda completado, en determinados acabados, por la mención "Duster" en los asientos, que ayuda a formar imagen de marca. Duster, and proud of it, podríamos decir.
En contraposición a esto, se echa en falta un poco de cariño en las manillas de las puertas, cuyos plásticos no transmiten sensación de solidez, y un diseño algo más comedido en la tapa de la boca de llenado de carburante, a todas luces grande y realizada en un material ligeramente liviano (valga el juego de palabras) que no cuenta con más fijación que la cerradura del tapón interior.
Al acceder al interior del nuevo Dacia Duster, observamos varias mejoras en cuanto a calidad percibida. Para comenzar, los asientos han evolucionado de forma notable, y lo primero que uno piensa al sentarse a los mandos es: "Esto ya es otra cosa". Con todo, los ajustes siguen siendo los mínimos imprescindibles.
La posición de conducción es muy cómoda, y desde luego goza de buena visibilidad. El asunto de la pantalla a la altura del abdomen... bien, no es su punto más fuerte, y menos cuando estamos en una toma de contacto, donde por lo general nos guiamos por las indicaciones del GPS. Los continuos vistazos hacia abajo para buscar la carretera en la que estamos hace pensar que es un buen sistema, pero mal emplazado.
Y es una lástima, porque hay que reconocer que el catálogo de funciones con las que cuenta el sistema MEDIA NAV resulta atractivo en un vehículo de este precio. Y hablando de precios, está disponible como elemento suelto, por 190 euros, más 85 euros de la cartografía europea.
Otra ubicación que resulta curiosa, más en un modelo auspiciado por la marca del rombo, es la del mando del reglaje de los espejos retrovisores exteriores, que queda alojado bajo la palanca del freno de mano y no junto a los mandos de los elevalunas eléctricos, por ejemplo.
Un punto fuerte del nuevo Duster respecto a su predecesor es lo que podemos entender como otra herencia de Renault: los huecos portaobjetos. Bien ubicados en todo el habitáculo, algunos de ellos resultan especialmente útiles, además de espaciosos. Por su parte, el maletero de 475 litros (1.636 litros con los respaldos traseros abatidos) ofrece un acceso muy cómodo.
Dacia Duster TCe 125, al volante
Sin más dilación, emprendemos la marcha con el Dacia Duster TCe 125 4x2. El motor suena bien y la caja de cambios está bien ajustada para un vehículo cuya masa en vacío es de 1.202 kg. No, no es que pese mucho, y desde luego en marcha se nota ligerito. La sensación, en ese aspecto, es más que positiva.
Las aceleraciones se notan firmes. El propulsor TCe empuja bien desde bajas y, aunque alcanza la máxima potencia a 5.250 rpm, la entrega de potencia se mantiene a lo largo de un amplio rango, por lo que es posible circular con regímenes muy relajados.
Sin embargo, hay puntos oscuros en la sensación que transmite el tacto de la caja de cambios, que es algo impreciso, y el pedal del acelerador, que tiene algunos topes intermedios que hay que vencer al pisar a fondo. Son aspectos que le restan méritos a la nueva generación del Duster, y que hacen pensar que la rumana todavía tiene camino por recorrer.
Dinámicamente el coche está bien resuelto, si tenemos en cuenta entre otras cosas que mide casi 1,70 metros (contando con las barras de techo), aunque la dirección transmite una sensación algo dispar cuando acometemos giros a altas velocidades. En parado, su diámetro de giro (10,44 metros entre aceras) resulta suficiente para maniobrar bien.
Dacia Duster dCi 110, al volante
Cambiamos de tercio y nos vamos con el eterno K9K dCi 110. Es un motor que conocemos bien de tantos 1.5 dCi de la casa matriz. En la piel del Dacia Duster, se comporta bien cuando ya está caliente, en frío transmite un poco de ruido pese a las mejoras acústicas que han introducido en el modelo.
En la parte dinámica, no se observan grandes cambios con respecto a la versión de gasolina. A todos los efectos, el Dacia Duster es un coche de esos "para que me lleve", y en ese aspecto cumple perfectamente su cometido. Es funcional, y resuelve bien la situación en cualquier tipo de carretera. No se le caen los anillos por nada.
Por otra parte, el diésel es un motor que apenas da problemas. Muy propio para la filosofía funcional de Dacia, el dCi 110 es una buena apuesta dentro de este coche, sin menoscabo del comportamiento que tiene el gasolina, que es muy loable. Son 240 Nm contra 205 Nm en el empuje. Hay diferencia, sí, pero no para rodar en vías abiertas. Quizá, para las tareas más camperas.
Dacia Duster 4x4, un poco de 'off-road'
¿Es el Dacia Duster un coche para meterse con él por el campo? Quizá para demostrarnos que el Duster da más por menos, y que uno puede comprárselo en versión 4x4 si realmente tiene previsto llenarlo de barro sin que le importe, los chicos de la marca nos llevan a un barrizal en el que un loco con una excavadora se ha liado a hacer agujeros y montañitas y luego las ha regado, para que crezcan.
Así que toca hacer toda una pista americana compuesta por un primer badén para abrir boca, seguido de una pendiente del mucho por ciento que culmina en una meseta a la que no es fácil llegar si no es acelerando de forma salvaje, una nueva caída, un tramo para poner a prueba la inclinación longitudinal del bicho...
... un pequeño circuito de curvitas con más barro que en una fábrica de botijos, un bacheado muy bestia (pero mucho) donde el coche se nos va quedando, de forma alterna, a tres ruedas, un giro extremo en terreno muy deslizante, una bajada que ni el Dragon Khan sobre lodo, y una última piscina con caída abrupta en la que el agua llega a la altura del capó para luego salir a toda mecha por una pendiente ascendente bastante respetable.
Para conseguir salir airosos, alternamos entre la tracción a dos y a cuatro ruedas, que transfiere hasta el 50 % del par al tren trasero cuando es necesario, y para el bacheado empleamos Lock, fijando el reparto al 50 % para evitar quedarnos a vivir entre socavones. Que tampoco nos quedaríamos, porque deslizando uno llega hasta Roma si es necesario, pero de esta forma tenemos mayor control.
¿Y el resultado final cuál es? Pues... que el Duster calzado con neumáticos M+S aprueba con buena nota, pese a no llevar siquiera reductora. Que, de hecho, en este entorno uno se encuentra con el Duster más en su salsa (de barro) que con ciertos SUV de gama más alta y precio más alto todavía, de esos que da cosica meterlos por según dónde.
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.