En el Salón de Ginebra ha habido propuestas alternativas para todos los gustos, entre ellos el primer Kia eléctrico, aunque en fase de concept car. El Kia Venga EV es una propuesta muy interesante en su segmento. Las prestaciones que tiene son muy razonables para el uso diario, no tanto para salir a viajar.
Tiene un motor de 110 CV y 280 Nm de par (supera al 1.6 CRDi 128 CV). Acelera a 100 km/h en 11,8 segundos, en eso el diesel le supera pero por muy poquito. La velocidad máxima es 140 km/h, suficiente para la inmensidad de coches de uso diario y en sintonía con otras propuestas eléctricas de su categoría.
Las baterías, de origen LG, son de ión-litio polímero, con una capacidad de 24 kWh. Se pueden recargar al 80% en 20 minutos en una toma trifásica de 50 kW o unas ocho horas en casa con 3,3 kW de potencia instalada. La autonomía del Venga EV es 180 km, levemente por encima de la media de otros coches eléctricos.
Las baterías están alojadas bajo el piso del coche, la zona más segura, mientras que el motor está alojado en el vano como si fuera un motor normal. De esa forma no se pierde ni habitabilidad (doy fe que es muy buena) ni espacio de carga en el maletero. No se sabe cuándo van a comercializarlo.
Para llevar los niños al colegio, ir a trabajar, hacer la compra y volver a casa tiene autonomía más que suficiente. Con la proliferación que va a haber de puntos de recarga, ya solo le faltaría tener un precio competitivo para arrasar en competitividad respecto a los motores convencionales.
No obstante, como es un prototipo, dejémosle que mejore todavía.
