Si vas por alguna calle de Madrid en los próximos días y ves todo un Porsche Cayenne S E-Hybrid decorado con los colores y los identificativos de vehículo de emergencia del SAMUR, no te eches las manos a la cabeza pensando que el Ayuntamiento de Madrid se ha gastado los 86.000 euros que cuesta este coche.
Al contrario, esa unidad en concreto es una cesión de Porsche Ibérica, que ha llegado a un acuerdo con el ayuntamiento para que ese coche sea el primero de la flota del SAMUR que contará con el equipo para aplicar la técnica de Oxigenación por Membrana Extracorpórea (ECMO), un método que básicamente consiste en mantener la circulación sanguínea a un paciente afectado por un ataque al corazón o mantener los órganos válidos en caso de que las labores de reanimación sean infructuosas.
Según Porsche este vehículo es óptimo para este tipo de situaciones en las que el tiempo juega un papel vital, nunca mejor dicho. El Cayenne S E-Hybrid entrega 416 caballos gracias a su sistema de motor eléctrico y de gasolina, con lo que acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y alcanza una velocidad punta de 243 km/h.
Eso, unido a que cuando las baterías están completamente cargadas permiten circular 36 kilómetros en modo completamente eléctrico con una velocidad máxima de 120 km/h, hacen de el un coche que parece óptimo para que los equipos de emergencia del SAMUR lleguen sin hacer mucho ruido y sin contaminar demasiado (79 gr/km).
Hoy han presentado el vehículo con un simulacro en la Sede del Ayuntamiento de Madrid, el Palacio de Cibeles, donde la alcaldesa de Madrid Ana Botella ha agradecido a Porsche Ibérica la cesión del coche y donde Tomás Villén, Director General de Porsche Ibérica, ha dicho sentirse orgulloso de colaborar en un proyecto tan importante.
Además merece la pena comentar que no es la primera vez que Porsche cede un vehículo para labores que precisen un coche rápido como los que ellos fabrican. Tal vez algunos recuerden que cuando salió de la fábrica el Porsche un millón, un precioso 911 de la familia 993, Ferry Porsche lo cedió a la policía alemana jugando con la hipótesis de que unos delincuentes emplearan un Porsche en su huida: “Sólo con un Porsche se puede atrapar a otro Porsche”.