Precisamente esta semana, que hemos probado el nuevo Ford Mustang 2015, conocemos un ponycar muy especial que más que sobre asfalto rodará sobre césped. Se trata de un carrito de golf eléctrico hecho Mustang, que luce logotipos oficiales de la marca y que, aunque no esconde un V8, se espera que cueste un dinerito importante: unos 16.000 dólares.
Lo fabrica una compañía llamada Caddyshack Golf Cars en Palm Desert, California, y como es natural, en lugar de ofrecer motores L4, V6 ó V8, equipa un propulsor eléctrico que permite una autonomía de 56 kilómetros (suficiente para el campo de golf, suponemos) y una velocidad máxima en llano de 31 km/h. Eso sí, las proporciones exteriores nos resultan algo extrañas. Un poco deforme, este Mustang.
El modelo en cuestión incorpora faros delanteros y grupos ópticos traseros funcionales y de diseño inspirado en los del Mustang, así como llantas de aluminio SVT de 12 pulgadas de diámetro. Ahora bien, teniendo en cuenta que en Estados Unidos el Ford Mustang de verdad parte de los 23.800 dólares, ¿quién en su sano juicio comprará este juguete?
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