Queridos Reyes Magos:
Exijo mi Scorpion P6. He sido un niño bueno —bueno, lo de niño no me lo creo ni yo, y lo otro, no debo ser yo quien lo diga, pero si cuela, cuela— y aunque este trasto sea abiertamente irracional —o precisamente por eso— me atrae una cosa mala. Sí, ya sé que con él sólo podría circular en vías abiertas al tráfico en Estados Unidos, pero mirad: así tendría una excusa para volver allí.
Ya es curioso que a mí, que me gusta ir siempre cerradito cuando voy en coche, me llame la atención un threewheeler que no tiene ni puertas ni techo. Pero es que, como dicen los chicos de Scorpion Motorsports, el P6 es un vehículo pensado principalmente para pasárselo bien, no para llevar a la abuela al mercado. Claro, que como ya hace tantos años que no tengo abuelas...
Monta un motor Kawasaki ZX6R de 600 cc, 126 BHP (unos 128 CV a la salida del motor) y 58 Nm para sólo 331 kg de masa en vacío, y lleva una transmisión secuencial de seis relaciones con las que alcanza el 0 a 100 en 3,5 segundos. Bueno, es realidad es el 0 a 60 mph, pero más o menos por ahí andará la cosa. Paso de calcular la diferencia. Cuando me lo traigáis no voy a poner pegas.
Tengo ya un sitio para guardarlo. De hecho, sólo mide 3,50 m de largo por 1,70 m de ancho y no llega a 1,07 m de alto. O sea, que en cualquier rincón me cabe. La carrocería está hecha de fibra de vidrio GRP, pero si os estiráis un poco y me la traéis con el opcional de fibra de carbono, tampoco me voy a enfadar ni nada de eso.
De su interior me quedo con el volante Momo, con su dirección directísima Woodward (una vuelta de tope a tope), con su sencillo panel de instrumentos AiM MyChron3 y con sus pedales Tilton. Y de la parte dinámica me va a molar probar sus frenos Wilwood de cuatro pistones sobre discos de 298 mm. Para ver hasta dónde llegan, pondré mi flamante Scorpion P6 a 241 km/h, que es lo que da de sí, y luego... ¡a partirme el cuello!
Es broma, Sus Mágicas y Muy Reales Majestades. Ya sabéis que soy un niño bueno y esas cosas no las hago, así que si camino de mi casa pasáis por Miami (Florida), que es donde está esta gente, os agradeceré muy mucho que hagáis un alto en el camino y me traigáis mi Scorpion P6. El color es lo de menos: cualquiera de ellos me va bien. ¡Gracias por todo! El día 6 de enero os espero.
¡Gracias, Jesús, por el soplo!