A todos los que nos hemos subido en un coche nos ha pasado aquello de llevarnos un calambrazo al abrir la puerta o en la operación de salir/entrar. La culpa es de la electricidad estática y suele ser una constante que nos acompaña en nuestra vida como conductores.
Hoy vamos a hablar de cómo se producen estos calambres, cuál es el motivo y qué maneras tenemos para evitar los chispazos a la hora de interactuar físicamente con el coche.
El culpable de los calambrazos es el fenómeno triboeléctrico
Los calambrazos se producen cuando la electricidad estática viaja de manera súbita entre dos objetos por diferencia de potencial. Al circular en coche el rozamiento que se genera desde la carrocería con el aire a nuestra ropa con la tapicería va generando electricidad estática, por lo que tanto el coche como sus ocupantes van acumulando carga positiva en el conocido como fenómeno triboeléctrico.
En nuestro caso el suelo actúa como uno de los polos (negativo) y el polo opuesto suele ser la carrocería del coche o el coche en sí mismo o nosotros (positivo).
Al bajar del coche entre ambos se genera un arco al tocar la carrocería porque si no llevamos suelas de goma hacemos las veces de cable conductor por el que la electricidad viaja de forma repentina al descargar la electricidad del coche al suelo y nos regala esa sensación de pequeña electrocución a escala.
Como una buena parte del calzado que usamos cuenta con suelas de goma, también podemos sufrir un calambrazo incluso estando aislados si al bajar del coche tocamos cualquier elemento conectado a tierra, nos descargamos y volvemos a tocar el coche, que seguirá estando cargado y nos aplicará una dosis de voltaje pero con baja intensidad.
Aparte de la sensación incómoda de recibir uno de estos calambrazos, estas descargas también pueden suponer ciertas situaciones de riesgo a la hora de ir a repostar. Unas situaciones posiblemente más realistas o al menos más cotidianas que el uso de teléfonos móviles junto a un surtidor.
Si nos bajamos de un coche cargados de electricidad estática con zapatillas deportivas y lo primero que tocamos es la parte metálica de un surtidor suelen producirse pequeñas chispas que, en el peor de los casos, podrían incendiar los vapores de la gasolina.
Si eres de esos a los que su coche normalmente le da calambre siempre puede seguir algunos trucos de la vieja escuela como los siguientes:
- Cerrar la puerta del coche con la rodilla
- Bajarte del coche tocando el techo o sin soltar la parte metálica de la puerta
- Evitar vestir utilizando tejidos sintéticos o propensos a la generación de electricidad estática
- Instalar en el coche una tira antimareo para descargar la electricidad estática