Desde siempre he pensado que el número de bastidor debería ser algo que estuviese oculto y no como suele estar en la mayoría de los coches, visible a todo el mundo en una esquina del parabrisas. Ahora, un estudio que se ha hecho en el Reino Unido parace que me da la razón.
Por lo visto, para los ladrones de coches eso es un chollo. Si analizamos bien un número de bastidor, cualquiera y de la marca que sea, nos encontraremos con algunos datos interesantes: modelo, tipo de carrocería del coche, color, fecha de fabricación (aproximada en mi caso, mes y año), planta de producción de donde ha salido y algunos datos más. Pues bien, estos datos, en manos de los amigos de lo ajeno, son un filón. Basta con robar un coche, buscar uno igual por las calles, apuntarse el VIN en un papelito, modificar el del coche robado y hacerle una matrícula nueva. Así de sencillo. O tal vez no.
Tras este análisis, desde mycarchek.com piden a las marcas que escondan el número de bastidor bajó el capó (cosa que se hace también) o en el interior del habitáculo, con el fin de entorpecer en la medida de lo posible a los ladrones.
No se si fiarme mucho de esto, pero pensándolo bien, la jugarreta es sencilla y no muy difícil de conseguir con pocos medios. Después de leer esto, no me extrañaría mucho encontrarme con un coche igual al mio con la misma matrícula…
Vía | Auto Express
