Escapar de la policía en coche nunca es una buena idea. Porque aunque lleves un coche más rápido o potente que el de la patrulla que te persigue, la policía tiene para si la superioridad numérica. Si no te pilla el coche patrulla, otros te cortarán el paso más adelante.
Es lo que debió pensar un jubilado francés de 73 años que el pasado 30 de octubre intentó huir de la policía dando 17 vueltas a una rotonda.
El pasado 30 de octubre, cerca de media noche, una patrulla de la policía local ve un coche efectuar fuertes aceleraciones y frenazos bruscos de forma repetida en pleno centro de la localidad de Saint-Brieuc (Bretaña), cuentan en Ouest-France. La patrulla de policía le da el alto, pero el automovilista se niega y escapa. Comienza una persecución que termina de forma cómica.
En un momento de la persecución, el automovilista empezó a dar vueltas a una rotonda. En total fueron 17 vueltas a la rotonda que dio hasta que la policía consiguió detenerlo. Al volante del coche, un jubilado de 73 años en un claro estado de embriaguez.
Este miércoles fue condenado por el tribunal de Saint-Brieuc (Bretaña) a una multa de 780 euros y la retirada del carnet de conducir. En su defensa alegó que no había oído las sirenas del coche de policía y que en su carnet de conducir tenía 11 puntos (en Francia, el permiso de conducir tiene 12 puntos, salvo si eres conductor novel -tienes 6 puntos-).
Las 17 vueltas a la rotonda fueron mencionadas por la policía en el atestado, sin embargo no se explican qué pretendía con esa maniobra. Casi siempre, la explicación más sencilla es la correcta. Y me da que habida cuenta de su borrachera, simplemente no supo salir de la rotonda. Las rotondas pueden resultar algo confusas para un automovilista sereno (hasta la Guardia Civil nos recuerda cómo se deben tomar y cómo no), como para que alguien ebrio sepa salir de la rotonda.
