Hace solo dos días os dábamos dura noticia de que el piloto británico de F4 Billy Monger había perdido las dos piernas tras un durísimo accidente en Donington Park en el que se golpeó contra el coche de otro piloto que se había detenido en la pista.
Sin duda se trata, junto con el fallecimiento del jóven piloto de karts de sólo 11 años Gonzalo Basurto tras un accidente en el Circuito Fernando Alonso, de esas noticias que te hacen reflexionar sobre los peligros a los que cada día nos enfrentamos y sobre cómo evolucinamos como sociedad hacia un futuro más seguro y cómo ver la parte relativamente positiva de estos desafortunados accidentes.
Los deportes de motor siempre han sido peligrosos. El riesgo para pilotos y aficionados siempre ha estado presente. Hace unas cuantas décadas parecía que el respeto al riesgo era inexistente. La época en que los aficionados se agolpaban a pie de pista en rallyes y carreras de circuitos, no es muy lejana en el tiempo, pero sí en la conciencia.
En los últimos tiempos en contra, gracias las cada vez más avanzadas medidas de seguridad para ambos bandos, la mayor concienciación del riesgo intrínseco ligado a los deportes de motor, los cada vez menos habituales accidentes con víctimas y en general una sociedad más preocupada por la seguridad en todos los sentidos, parece que hemos olvidado que el riesgo es grande. Pero veamos la parte menos negativa de estas historias.
Billy quiso saber cómo se utiliza un embrague en el volante
Billy Monger despertó del coma inducido al que estaba sometido hace dos días. Seguramente si nadie hubiese trabajado en mejorar la seguridad de los monoplazas y establecer unas reglamentaciones de seguridad como las que rigen las normativas FIA, esto no hubiese sido posible.
La parte positiva es que el jóven, según informa Autosport, tras enterarse de que ha perdido las dos piernas, tiene mentalidad positiva. Al parecer, nada más despertarse, quiso saber cómo se manejan los volantes con embague que algunos pilotos como Alex Zanardi usan en otras disciplinas.
Eso, unido a que la campaña de Crowdfunding que sigue activa para asegurar un futuro digno para el jóven piloto, la cual lleva recaudados más de 744.000 libras (un 286% más del objetivo inicialmente fijado), hace creer en esta sociedad en la que vivimos y, sobre todo, creer en que Monger tendrá un futuro más que digno.
Todos los pilotos de Fórmula 1 se volcaron con esta campaña nada más conocer la noticia, dándola a concer a través de las redes sociales y haciendo sus aportaciones, en casos como el de Jenson Button, de 15.000 libras. Miles de aficionados, hicieron también sus aportaciones económicas de mayor o menos cuantía, ayudas que si bien no podrán curar las heridas, son un importante granito de arena para garantizar cierta estabilidad en el futuro de Billy y su familia.
El lado positivo es seguir avanzando hacia un mundo más seguro
Los accidentes nos ayudarán a seguir teniendo presente el riesgo innato de nuestro deporte, el automovilismo, ese que tanto nos apasiona. Nos ayudará a seguir pensando cómo se pueden mejorar las medidas de seguridad de los circuitos, de los coches de carreras, de los karts, de los sistemas de protección de las distintas disciplinas que componen los calendarios automovílísticos en todo el mundo.
Como sociedad invertimos gran cantidad de recursos en mejorar la seguridad de los entornos en los que vivimos, en los que disfrutamos de los deportes, en los que nos movemos. Los coches de hoy en día tienen medidas de seguridad en las que nadie se hubiese parado a pensar cuando, hace tan solo 30 años, los aficionados nos situábamos a pie de tramo o de pista en los rallyes o en las carreras de Fórmula 1.
¿Quién iba a pararse a pensar por aquel entonces si su coche era lo suficientemente seguro para volver a casa si media hora antes habías tenido un coche de carreras pasando a 200 km/h a solo un metro de tí? Nadie. Pero por suerte, como sociedad, evolucionamos hacia un modelo en el que los riesgos que no están bajo nuestro control serán cada vez más escasos.
Solo así, evolucinando en esa línea, conseguiremos minimizar todos los peligros a los que cada día nos exponemos. Cada fin de semana los miles de jóvenes que practican el karting soñando con convertirse en los futuros Fernando Alonso o Carlos Sainz Jr, se someten a muchos riesgos, no solo practicando su deporte, sino también desplazándose a los circuitos, por ejemplo.
En un espectro más amplio, todos y cada uno de los que habitamos este planeta, estamos expuestos a peligros. Los peligros provocan accidentes y los accidentes, en ocasiones, tienen consecuencias fatales. Lo importante es que nunca dejemos de trabajar para que el futuro más inmediato sea más seguro, en todas y cada una de las facetas de esta vida.
