Este va a ser un viaje algo largo, porque nos vamos a conocer el Opel Adam Rocks en Riga (Letonia), que no está aquí al lado precisamente, así que tengo tiempo para pensar qué podemos esperar de este pequeño utilitario al que Opel califica de mini-crossover urbano antes de que llegue a los concesionarios. Eso será en octubre. Espero estar de vuelta antes.
De entrada, vamos a tener ese Adam normal que ya conocemos, pero en una versión más estilosa. Sus 3,74 metros ya no van a ser los grandes protagonistas, ya sabemos que si bien delante el espacio es correcto las plazas traseras quedan algo justas. Tampoco los motores ya conocidos van a ser noticia. Eso sí, veremos cómo es el desempeño de los nuevos tricilíndricos 1.0 Ecotec de 90 y 115 CV.
Sin embargo, la cuestión principal estará en ver cómo le queda la piel del crossover al benjamín de Opel, cómo el utilitario chic se ha convertido en utilitario chicarrón y cómo entra en juego un factor que hemos venido observando en tendencia ascendente, sobre todo en los segmentos A y B: la personalización estética, llevada hasta la última consecuencia.
Hace unos días le dábamos cancha a uno de nuestros compañeros de Trendencias Hombre, Javier Ollero, para que nos explicara este fenómeno con la ayuda de varios ejemplos. El resultado fue El interior de tu coche, ¿una cuestión de moda?, y esa es precisamente una de las bazas con las que puede contar no sólo el Adam Rocks, sino muchos de sus competidores.
Y sí, estoy convencido de que el Adam rocks y de que el Adam mola a un buen pedazo de target, aunque me da que la marca del rayo ha llegado algo tarde al segmento. Por eso es doblemente interesante la apuesta de los fabricantes por buscar en la personalización el elemento diferencial que técnicamente es difícil de conseguir en un coche que ni vende potencia ni vende consumo ni vende espacio, sino todo lo contario, y sin embargo puede resultar irresistible.
En cuanto salgamos de dudas lo comentamos.
En Motorpasión | Opel Adam Rocks