Con el proceso de desarrollo prácticamente terminado, MINI ha dejado ver su primer modelo híbrido enchufable, basado sobre un MINI Countryman de segunda generación, que se hará realidad en un futuro próximo. Se trata de un MINI que combina un motor de combustión y uno eléctrico, que permitirá una conducción completamente eléctrica. Aunque se muestra aún con camuflaje, ya deja ver rasgos como la toma de recarga en la aleta frontal izquierda.
Según la firma del Grupo BMW, el modelo luce algunos cambios propios de una versión tan especial, como un botón de arranque y parada del motor retroiluminado en verde en lugar de en rojo -el modelo arranca siempre en eléctrico-, un medidor de carga en lugar del cuentavueltas clásico o un contador con los kilómetros de autonomía eléctrica disponibles, entre otras cosas.
Si bien apenas hay detalles sobre este Countryman enchufable (¿Countryman E?), ya se habla de que el sistema de propulsión podría ser el mismo que en el BMW 225xe presentado el pasado año, es decir, un 1.5 litros turboalimentado y tricilíndrico junto a un propulsor eléctrico de 88 CV. En el caso del BMW el resultado son 224 CV y 385 Nm, con una autonomía eléctrica de unos 41 kilómetros.
Entre la poca información facilitada por MINI destaca el hecho de que el motor eléctrico envía su fuerza al eje trasero -como en el 225xe-, mientras que el de combustión mueve el delantero y, por tanto, puede circular como un tracción delantera, un propulsión o un tracción total. La batería de alto voltaje, que por cierto está situada bajo los asientos traseros del MINI, permite que el vehículo pueda alcanzar en modo eléctrico velocidades de hasta 125 km/h, así que su modo eléctrico no está limitado únicamente a un uso meramente urbano.
Además, MINI promete un buen nivel de prestaciones y la diversión al volante típica de sus modelos, ya que nada cambia a nivel de chasis y suspensión con respecto a las versiones convencionales. De hecho, la incorporación de la batería y el motor eléctrico, montados muy bajos en el vehículo, reduce el centro de gravedad y, por tanto, no debería empeorar el comportamiento, a pesar del peso extra.