En una especie de documental al más puro estilo americano (me recuerda muchas veces al mundo de Beakman), un par de periodistas afrontan el tema del coche de hidrógeno utilizando para ello un pequeño Mercedes Clase A equipado con un motor eléctrico y una célula de hidrógeno.
Digo que es muy al estilo americano porque no reparan en plantar las imágenes de los zeppelin siniestrados, envueltos en llamas y demás, iconos que asustan a los que no comprenden muy bien de qué va lo del hidrógeno. Yo solo digo una cosa: imaginaos que un zeppelin pudiese volar inflado con gasolina pura, y que dicho aparatejo choca con unas lineas de alta tensión, ¿qué ocurriría? ¿O es que tu coche, con 50 litros de gasolina, no te podría enviar al otro barrio si le aplicas un mechero al depósito?
El documental es bueno en el sentido de que te hace una introducción básica al principio de aprovechamiento de la energía que se puede sacar del hidrógeno, y cómo se generan los residuos en forma de agua, incluso hablan de cómo será en el futuro la estación de repostaje, ya que ahora son pequeñas, pero en pocos años deberán satisfacer una demanda muy elevada de este tipo de combustible, espero.
Los datos relevantes que nos comenta el narrador son los aproximadamente 130 km/h (85 mph) de velocidad punta a los que está limitado el coche, y los cerca de 200 km de autonomía con tan sólo un kilo de hidrógeno, si lo he entendido correctamente (corregidme si me equivoco).
Que el depósito de combustible esté bajo el asiento trasero espero que no disuada a nadie de sentarse encima, cuando un coche sale al mercado hoy en día, no será por tests de seguridad, cumplimiento de normas superestrictas, y demás.
Vía | C|Net News (video incrustado)
