Con la gama actual del Honda Civic la versión de cinco puertas se podía quedar un poco sosa comparada con la de tres puertas (Type-S), así que para solventarlo, han lanzado este mes una versión más en cinco puertas: GT Sport. Solo está disponible para los motores de 140 CV, 1.8 i-VTEC y 2.2 i-CTDi.
Bajo tan rimbombante definición tenemos una actualización estética 100%, con una parrilla de nido de abeja, llantas de aleación específicas, manillas de las puertas cromadas, una tapicería mixta tela/piel, etc. El comportamiento del coche sigue siendo exactamente el mismo.
El 1.8 i-VTEC se vende por 21.800 euros, y el 2.2 i-CTDi por 2.000 euros más. En este coche, el consejo va al revés: si quieres ahorro, gasolina (es más rentable durante mucho tiempo), y si quieres prestaciones más contundentes, diesel.
Es más, el motor de gasóleo me pareció tan bueno que no veo por qué recomendar el 1.8 si no es para ahorrar. El Civic lo probé antes de que le hiciesen el restyling en 2006, con los dos motores mencionados. Ojo, que no los han cambiado apenas, existe el 2.2 i-DTEC (probado en el Accord), que es un poquito mejor.
Según ficha, ambos alcanzan 205 km/h, pero el diesel es 0,2 segundos más rápido en aceleración 0-100 km/h, y qué os voy a contar de las recuperaciones. El 1.8 es el típico motor atmosférico que te desespera si no lo subes de revoluciones, hablo de adelantamientos, no de perseguir furgonetas blancas cuesta arriba.
Además, el i-CTDi es más pesado, más de 150 kg respecto al gasolina, pero se nota mucho la diferencia de los 174 Nm a 4.300 RPM del gasolina frente a 340 Nm a 2.000 RPM del diesel. Por otra parte, me fue más sencillo con el gasolina conseguir consumos “de ficha” que con el diesel.
De todas formas, si nos ceñimos a las cifras oficiales, el gasolina gasta 6,7 l/100 km y el diesel 5,3 l/100 km. Considerando el precio de combustibles a día de hoy, casi empatados a 1,20 euros/litro (en poco tiempo pueden igualarse), hay que hacer casi 120.000 km para que empiece a interesar el diesel económicamente.
Si a eso le sumamos que con el diesel los consumos reales son un poco más elevados, el plazo de amortización sube, y si sube el gasóleo un poco más (que seguro va a pasar), más plazo de amortización. Por otra parte, el 1.8 i-VTEC es una roca en fiabilidad, no es por quitarle méritos al 2.2 i-CTDi pero mecánicamente es más simple.
En resumen, que mi recomendación va por el petrolero porque dinámicamente va mejor, pero pensando en el bolsillo, pues hay que mirar gasolina. Hasta que probé el 2.2 i-DTEC de 150 CV, el 2.2 i-CTDi de 140 CV me pareció el mejor diesel de cuatro cilindros del mercado (y menos mal que los japoneses odian el diesel).
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