Puede que el nombre 'ASIMO' te suene. Se trata del robot de Honda, considerado uno de los robots humanoides más sofisticados y capacitados del mundo. Cuando se produjo el desastre nuclear de Fukushima en 2011, se despertaron interrogantes acerca de por qué Honda no había enviado a su máquina a ayudar mientras otros robots se convirtieron en héroes. La respuesta era obvia: no estaba capacitada para moverse por un escenario tan extremo.
Por ello. la firma nipona decidió comenzar el desarrollo de una nueva versión capacitada para labores de rescate en caso de desastre: el E2-2R. Ante un gran secretismo, Honda ha ofrecido un adelanto en la Conferencia de Robots y Sistemas Inteligentes (IROS por sus siglas en inglés) en Vancouver (Canadá). El E2-DR tiene una batería de iones de litio de 1000 Wh, que le da una autonomía de 90 minutos y puede escurrirse por huecos de 30 centímetros.
Paredes verticales, lluvia y escombros (aún con dificultad)
El hermano de ASIMO va a paso lento pero firme; si bien es cierto que Honda aún lo está desarrollando, afirma que es fuerte, ágil y puede soportar condiciones meteorológicas adversas. Tiene una altura de 1,68 metros, un peso de 85 kilogramos y con tan sólo 25 cm de grosor, puede atravesar huecos de 30 cm, un tamaño que Honda eligió porque las fábricas suelen tener pasajes de acceso rápido de aproximadamente ese ancho que pueden usarse para moverse por pasillos bloqueados.
Cuenta demás con un total de 33 articulaciones rotacionales en cada parte de su cuerpo: ocho en cada brazo, seis en cada pierna, dos en el torso, una en cada mano y una en la cabeza.
Se trata de un robot de sondeo, por lo que Honda preferiría dejar la manipulación más precisa en manos de una más especializada. Sin embargo, estas articulaciones proporcionan al E2-DR una flexibilidad como para moverse en espacios estrechos y escombros: puede girar su torso 180 grados y subir escaleras empinadas.
En cuanto a sistemas de visión, el prototipo cuenta con cinco ojos: dos son telescopios láser Hokuyo, una cámara monocular con un flash LED sincronizado, una cámara como la que usan los drones para calcular distancias, y una estéreo combinada con un proyector de luz infrarroja.
Como está diseñado para trabajar en entornos extremos, se ha creado a prueba de polvo y salpicaduras, se limpia solo a medida que va funcionando y resiste temperaturas de entre -10 °C y 40 °C. Hasta ahora, Honda ha conseguido que el E2-DR alcance 4 km/h utilizando las cuatro extremidades; 2,3 km/h a pie, que camine bajo una acumulación de lluvia de 26 mm durante 20 minutos y subir y bajar una escalera vertical bajo la lluvia.
Claro que Honda aun trabaja para conseguir que se adapte a los escombros que caen sobre él, pero espera que para el IROS 2019 su robot de rescate sea un candidato a tener en cuenta en caso de desastre natural. O humano.
