Las autoridades ucranianas han detenido el flujo de gas natural ruso a través del gasoducto que pasa por Polonia, en una zona ocupada por Rusia que envía alrededor de un tercio delgas rusos a Europa, principalmente a Austria, Italia, Eslovaquia y otros estados de Europa del Este.
El Operador del Sistema de Transmisión de Gas de Ucrania (GTSOU por sus siglas en inglés) ha explicado que detendría los envíos a través de una parte oriental del país debido a la interferencia de las "fuerzas de ocupación" rusas.
Los ojos puestos en Gazprom
El operador también ha bloqueado el transporte de gas a través de su estación compresora fronteriza Novopskov, por la que se mueve casi un tercio del gas (hasta 32,6 millones de metros cúbicos al día) de Rusia a Europa.
Los separatistas respaldados por Rusia que controlan la región en el este de Ucrania han sido acusados de desviar gas en el punto de tránsito de Sokhranovka.
Aludiendo a razones de seguridad, GTSOU asegura que Rusia ha empezado a desviar gas para interferir en el funcionamiento de esta infraestructura clave para el suministro de gas a Europa.
Kiev ha reclamado a Gazprom, explica El País, que desvíe el flujo a otro punto de tránsito desde la ruta de interconexión de Sudya (ciudad fronteriza en el noreste de Rusia), para compensar la caída de los flujos.
Gazprom, bajo control ruso y con el monopolio de los gasoductos y del gas ruso que se envía a Europa, ha rechazado la propuesta al considerar el desvío inviable a nivel técnico.
La situación se ha traducido rápidamente en una disminución del volumen de gas ruso a Europa de casi 20 millones menos de metros cúbicos en un día.
También ha disparado los precios del gas natural más de un 6 % tras el anuncio. El precio está más de un 250 % por encima de su nivel hace un año.
La Comisión Europea ha querido llamar a la calma asegurando que el desabastecimiento está descartado por el momento, pero sí ha pedido a los países europeos (Alemania depende en gran medida del gas ruso), de acelerar sus planes de contingencia.
Aún así, un bloqueo energético podría llevar a una situación muy compleja este invierno.
Bruselas se ha propuesto que las reservas estratégicas de gas lleguen a un 80 % en otoño, cuando la demanda empiece a dispararse. Actualmente las reservas de gas de la UE se encuentran a un 37 % de capacidad, según datos recogidos por Reuters.
También reducir en dos tercios las importaciones de gas ruso de aquí a un año, el carbón ruso a partir de agosto y su plan más ambicioso: prohibir las importaciones de crudo a la UE.
Algo sobre lo que de momento no hay acuerdo.