La Comisión Europea ha publicado la versión final del documento Taxonomía, en el que finalmente se han incluido al gas natural y a la energía nuclear como inversiones sostenibles.
No obstante, este documento aún tendrá que pasar por el Consejo y el Parlamento europeo, que en cuatro meses deberán votar si quieren que se consideren como energías verdes, de forma que reciban fondos públicos y privados junto a energías renovables como la solar o la eólica.
La forma de la UE de alejarse del carbón
En la propuesta de la Comisión Europea, las inversiones en gas reciben una etiqueta verde si el permiso de construcción de una planta se emite antes de finales de 2030 y si se convierte en una forma limpia de gas, como el hidrógeno, para 2035.
Asimismo, la construcción de nuevas centrales nucleares y la explotación de centrales existentes se califican como sostenibles.
Los proyectos deberán contar con un plan, un emplazamiento y los fondos necesarios para eliminar de forma segura los residuos radiactivos, y se clasificarán como verdes aquellas que reciban su permiso de construcción en los próximos 23 años, hasta 2045.
Bruselas defiende que "los criterios para las actividades nucleares y de gas específicas están en consonancia con los objetivos climáticos y medioambientales de la UE y ayudarán a acelerar el cambio de los combustibles fósiles sólidos o líquidos, incluido el carbón, hacia un futuro climáticamente neutro".
Algunos Estados miembro, como España, han enviado una carta firmada conjuntamente con Austria, Dinamarca y Luxemburgo en la que señalan su oposición a la inclusión del gas natural y la energía nuclear en la taxonomía.
Desde el Ministerio para la Transición Ecológica aseguran que se está otorgando "el mismo tratamiento al gas y las nucleares que a fuentes indiscutiblemente limpias, como la eólica o la solar".
Austria por su parte elevará su disconformidad hasta el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Desde las organizaciones ecologistas tachan de 'greenwashing' esta propuesta:
"De aprobarse, supondría en la práctica la financiación de combustibles fósiles hasta 2050, y que sectores como el nuclear y el gasístico puedan obtener la misma etiqueta de sostenibilidad que actividades económicas dirigidas a la construcción de sistemas renovables", ha dicho Sara Bourehiyi, responsable de la campaña de finanzas sostenibles de Ecologistas en Acción.
En el polo opuesto, Polonia, República Checa, Hungría, Finlandia, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia y Francia, que usa de forma mayoritaria la nuclear para la producción de energía.
Las actividades relacionadas con el gas
Para el caso del gas, las inversiones en centrales de gas serán consideradas verdes si producen emisiones inferiores a 270 g/kWh de CO2 equivalente por kilovatio-hora (frente a los 100 g/kWh que determinan expertos y científicos).
- Generación de electricidad a partir de combustibles gasísticos fósiles.
- Cogeneración de alta eficiencia de calor/frío y energía a partir de combustibles fósiles gaseosos.
- Producción de calor/frío a partir de combustibles gaseosos fósiles en un sistema eficiente de calefacción y refrigeración de distrito.
Las actividades relacionadas con la energía nuclear
- Tecnologías avanzadas con ciclo de combustible cerrado (“Generación IV”) para incentivar la investigación y la innovación de tecnologías futuras en términos de estándares de seguridad y minimización de residuos (sin cláusula de extinción).
- Los nuevos proyectos de centrales nucleares para la generación de energía, que utilizarán las mejores tecnologías existentes disponibles (“Generación III+”), serán reconocidos hasta 2045 (fecha de aprobación del permiso de construcción).
- Las modificaciones y mejoras de las instalaciones nucleares existentes a los efectos de la extensión de la vida útil, se reconocerán hasta 2040 (fecha de aprobación por la autoridad competente).
¿Y ahora qué? ¿Es esto definitivo?
Según ha explicado la Comisión, el Parlamento Europeo y el Consejo dispondrán de cuatro meses para examinar el documento y, en caso de encontrarlo necesario, objetarlo.
Ambas instituciones pueden solicitar dos meses adicionales de tiempo de escrutinio. El Consejo tendrá derecho a presentar objeciones por mayoría cualificada reforzada, lo que significa que al menos el 72 % de los Estados miembros (es decir, al menos 20 Estados miembros) que representen al menos el 65 % de la población de la UE deben presentar objeciones al Acto Delegado.
El Parlamento Europeo puede objetar por mayoría de sus miembros votando en contra en el Pleno (es decir, al menos 353 diputados).
Una vez finalizado el período de escrutinio y si ninguno de los colegisladores se opone, el texto entrará en vigor y será de aplicación a partir del 1 de enero de 2023.
En Motorpasión | China es el núcleo de las tensiones en el comercio mundial y así es cómo ha logrado imponerse