Tras unos meses de escaladas sin control, el precio del gas natural ha bajado a mínimos de enero. Según los datos del Mercado Ibérico del Gas, el precio último para hoy es de 64,66 euros el MWh; un poco más que ayer pero lejos de los 214 euros del 7 de marzo.
En este escenario, el plan del Gobierno español pasa por limitar el precio del gas para centrales a 30 euros por MWh, algo que dejaría la factura de la luz en unos nada baratos 120 euros por MWh.
El plan del Ejecutivo central -junto a Portugal- para abaratar el precio de la luz se ha encontrado con la negativa de Bruselas, que podría plantearse topar el precio del gas a partir de 50 euros por MWh.
Sea cual sea el precio que se pacte, el consumidor deberá pagar las compensaciones a las plantas de generación eléctrica.
El gas natural, imposible de reemplazar
El mercado de futuros de la gas, al igual que el del petróleo, se mueve al son de los pronósticos económicos (y también del miedo, a veces infundado, de los inversores).
La falta de acuerdo para imponer sanciones a Rusia o los confinamientos masivos en China para frenar el coronavirus suelen actuar de calmante, como ha sido el caso en esta última bajada de precios.
La dependencia de Europa del gas ruso (y del petróleo) hará difícil un consenso para sancionar esta fuente de energía, y mientras el flujo de Gazprom hacia el continente sea constante, el mar seguirá en calma relativa.
Alrededor del 60 % de las exportaciones de petróleo de Rusia van a Europa y supone el 40 % del gas que se consume.
Países como Alemania, Francia o Austria llaman a priorizar las sanciones sobre el petróleo ruso antes que sobre el gas natural a corto plazo: "Un embargo inmediato de gas pondría en peligro la paz social en Alemania", ha dicho el vicecanciller alemán, Robert Habeck.
Sobre la mesa también está la imposición de Rusia para que sus compradores de gas natural paguen en rublos, algo que la Comisión Europea no ha aceptado.
Si Rusia decide dejar de enviar gas a los países que se nieguen a aceptar su mecanismo de pago, el precio podría volver a dispararse.
De ahí la importancia de sacar el gas del pool energético español. El pasado 8 de abril el precio de la luz se desplomó puntualmente hasta los 7 euros por MWh gracias a la abundante producción de fuentes de energía eólica y solar fotovoltaica, dejando sin sitio al gas, la tecnología más cara.