Robert Huff tenía que ganar las dos carreras en Macao y esperar a que un mal resultado de Yvan Muller le permitiera lograr su primer título en el Mundial de Turismos. El inglés cumplió su parte pero el actual campeón también cumplió su papel certificando el que es su tercer título en el campeonato, segundo consecutivo a los mandos de un Chevrolet Cruze.
La primera carrera podríamos decir que no fue tal. La presencia del safety-car en dos ocasiones hizo que tan sólo se disputaran cuatro vueltas de competición pura. En ellas, Robert Huff pudo mantener la primera posición por delante de Muller lo que le permitió recortar siete puntos en la general. Tercero en parrilla, Gabriele Tarquini, tan bien lo fue en carrera por delante del BMW 320 TC de Tom Coronel.
En la segunda carrera, Robert Huff se beneficiaba de su mejor posición en parrilla para colocarse rápidamente en opción de conseguir la victoria aunque un correoso Tom Coronel se lo pondría difícil. Por detrás, Muller iba escalando posiciones que le permitían asegurar el título. Finalmente Huffy se hacía con la victoria pero la tercera posición de Muller le impedía culminar la remontada en la clasificación.
En cuanto a los españoles, algo retrasados en parrilla, las cosas no fueron del todo mal. En la primera carrera Pepe Oriola se metía en los puntos al finalizar en décima posición por delante de Javi Villa mientras que en la segunda intercambiaban posiciones.
Con estos resultados, Yvan Muller se proclama campeón con tres puntos de ventaja sobre Robert Huff. El británico, líder durante gran parte de la temporada sucumbía ante los esfuerzos del francés por colocarse líder y los magníficos resultados cosechados en Macao han sido vanos ante la ventaja con que contaba Muller.
Por segundo año consecutivo, Chevrolet se proclama tanto campeona de marcas como de pilotos, aunque en honor a la verdad hay que decir que no ha tenido ninguna oposición. Podríamos decir que son los títulos menos valorados desde que existe el WTCC.
