El pasado sábado vimos en las cunetas del Fafe Rallysprint el precioso espectáculo y la pasión que ha despertado la categoría durante años. La segunda edición de esta cita ha permitido volver a juntar a más de 100.000 aficionados en sus cunetas con un objetivo principal: que el Rally de Portugal vuelva a los tramos de los que nunca debió salir.
La crisis económica de las zonas del norte y el mayor tirón turístico del sur hizo que la prueba lusa se mudara indefinidamente a zonas como Lisboa o el Algarve. Sin ir más lejos, Jean Todt se desplazó a la zona para poder observar la competición y controlar que todas las medidas de seguridad se respetaban y la masa de aficionados estaba controlada por la GNR.
Ahora, Carlos Barbosa, presidente del ACP, ha confirmado que a finales de 2013 acaba el actual contrato con el Algarve y que se está trabajando para volver a llevar el rally al norte, a zonas como Arganil o Fafe que durante años nos dejaron miles de imágenes históricas. Obviamente sería un espectáculo volver a ver a miles de espectadores asistiendo a una prueba de gran solera, pero el dinero y la seguridad tendrán que ser los suficientes para que la prueba vuelva al lugar del que nunca debió salir.