Ayer tuve un deja vu. Hace tres temporadas, en 2010, Nico Hülkenberg sorprendía a todos al lograr la pole-position en el Gran Premio de Brasil con uno de los mejores Williams de los últimos años. El alemán, en su temporada de debut, conseguía su primera, y hasta ahora única, pole de su carrera. Lamentablemente, Hülkenberg no podía ratificar el resultado en carrera y tan sólo podría terminar en octava posición. Pequeño botín para lo que prometía.
En aquella temporada, gracias al propio Hüulkenberg y a Rubens Barrichello, Williams terminó en sexta posición en la general de contructores. 2011 fue una travesía en el desierto, el peor año de la historia para la escudería, y 2012 un año prometedor en el que unos pilotos irregulares tiraron por la basura el buen trabajo. Al menos, Pastor Maldonado consiguió la pole y la victoria.
Pero 2013 está siendo de nuevo un 2011. Tras lo ocurrido en Mónaco, ya es oficial que el comienzo de temporada ha sido el peor en la historia de la escudería y si nada lo remedia, los 5 puntos conseguidos hace dos temporadas serán un gran botín. Y Valtteri Bottas tiene en sus manos remediarlo, aunque sea a media. Hoy, desde la tercera posición, tiene sus opciones de puntuar por primera vez.
Tenemos claro que la posición conseguida ayer por Bottas de cara a la parrilla está maquillada por las difíciles condiciones en las que se disputó la clasificación. Todo vale. Igual que le valió en 2010 a Nico Hülkenberg. Sea como fuere, ya tenemos un nuevo finlandés volador que sigue la larga estirpe de buenos pilotos venidos de aquellas tierras. Esperemos que hoy pueda confirmarlo.
