Y finalmente fue Valencia la que entregó la cuchara. Ante la negativa por parte de los responsables del Circuito de Montmelò y las dificultades financieras actuales, los responsables del Valencia Street Circuit han comenzado las conversaciones con Bernie Ecclestone para rescindir el contrato que actualmente une ambas partes. Ni más ni menos que 33 millones de euros es la clausula de rescisión.
Aun así, nada comparado con los 40 millones que se han de invertir año tras año para poder organizar la prueba por las calles de Valencia sin terminar de recibir los beneficios y publicidad que se esperaba. Uno de los últimos monumentos faraónicos que quedan de esa España del ladrillo que se ha convertido en la España de la crisis, los recortes y los casos de corrupción. Ahora habrá que ver si Ecclestone hace una ‘rebaja’ para que el impacto a la ya tocada economía de la Comunitat sea el mínimo posible.
Vía | Sport