El último fin de semana de marzo, la lluvia que estaba azotando a la capital de España quiso tomarse “un respiro” durante el fin de semana. Al menos en la jornada del sábado, perfecto para que nos pudiéramos acercar al Circuito del Jarama y disfrutar de un gran día de carreras. Como ha ocurrido en los últimos años, el Jarama recibía la primera prueba de renombre en su corto calendario y gracias al agua caída, sus pelouses tenían un color verde muy diferente al marrón habitual. El V de V, campeonato creado por Eric Van de Vyver y que pasa por ser el Campeonato Francés de Resistencia, llegaba a Madrid y lo hacía con cuatro de sus cinco pruebas. Acción en pista casi a cada momento.
Dentro de las cuatro categorías presentes en el Jarama, el plato principal era la carrera de cuatro horas para los GT. Como cualquier buen campeonato de GT que se precie, el V de V cuenta una parrilla bien poblada de Porsche con los que rivalizaba un solitario Ferrari F430 y tres vetustos Mosler MT 900 que aún demuestran que son capaces de dar querra. Aunque la presencia de un equipo de fama mundial, IMSA Performance Matmut, del lado de los de Weissach nos hacía pensar que esta vez, la balanza caería del lado de los alemanes.
Pero si la Endurance GT-Turisme es la categoría reina, la categoría más espectacular es la que reúne a vehículos clásicos. Por el Circuito del Jarama pudimos ver modelos con casi 50 años de antigüedad. De 1965, era un Ford Falcon que nos encandiló. A pesar de que su enorme V8, su gran tamaño y toscos movimientos nos pudieran hacer pensar que el trazado madrileño se le atragantaría, le pudimos primeras posiciones desde el principio. Eso sí, no pudo con los Chevron, Elva o Lola, grandes dominadores de la carrera de cuatro horas de duración.
Como al César hay que darle lo del César, no debemos olvidarnos de las otras dos categorías que estuvieron presentes en el trazado madrileño. La resistencia para prototipos, Endurance Proto, contó con barquetas Ligier, Norma o Wolf que junto a un motor de origen Honda de 2.000 cc les permiten volar en el Jarama. Por último la Challenge Funyo. Unas pequeñas barquetas con un motor 2.0 de origen Peugeot y una potencia de 190 cv.
Y a pesar de que el campeonato es francés, los equipos son casi todos franceses y los pilotos en su mayoría son del país galo, en el circuito del Jarama, los pilotos españoles también estuvieron presentes. Por un lado, Ángel Amilibia y Lluis Pons en la categoría de Endurance Proto. Mientras que en GT tuvimos hasta a cinco pilotos. Carlos Arimón (Campeón del CER en Categoría D3), Oliver Campos-Hull (Campeón de España de GT-Lights), Pedro Bastos, Eugenio Martínez y Javier Escobar. En este grupo también deberíamos colocar a un español asimilado, el griego Kostas Kanaroglou (Campeón de España de GT-Lights).