Muchos se habían ilusionado con el regreso a las pistas del heptacampeón mundial de Fórmula 1, Michael Schumacher. Lo que pocos recuerdan es que en febrero de este mismo año el alemán tuvo un accidente que le dañó el cuello. La lesión se la produjo mientras realizaba una prueba de Superbikes en Cartagena. La cuestión es que la misma no ha terminado de remitir y ahora podría originar algún imprevisto.
El principal problema con el que se encuentran ahora es que padece molestias en una zona muy delicada. Unas molestias que podrían imposibilitar su retorno a la competición al más alto nivel. Hasta que no se le practiquen una serie de pruebas médicas no se podrá confirmar su participación en el Gran Premio de Europa.
Después de la caída en Cartagena, Schumacher fue hospitalizado. Tuvieron que pasar cien días hasta que pudo volver a subirse a una moto. Cuando se puso a los mandos de un Fórmula 1 a principios de marzo, varios espectadores comentaron que el alemán había perdido algo de movilidad en el cuello.
Al concluir sus casi setenta vueltas en el test del pasado viernes en Mugello, el kaiser comentó en su página oficial que su cuello le molestaba un poco:
No puedo dejarlo al margen ya que la salud es prioritaria. Ese es el acuerdo al que llegamos con Ferrari, y de paso, también con mi mujer.
Su portavoz Sabine Kehm comentó a la televisión germana ZDF:
No está claro que su cuello pueda soportar la vuelta a la competición. Su regreso depende de los médicos.
Willi Weber, manager de Schumacher, aclaró que dichas pruebas tendrán lugar la semana próxima. Para entonces se sabrá si el kaiser está en condiciones de codearse con las nuevas generaciones. Mientras tanto su participación está en standby, aunque en breve saldremos de dudas.
Demasiadas piedras se está encontrando el heptacampeón mundial en su vuelta a los circuitos.
Vía | Onestopstrategy