Tragedia griega en Interlagos

Tragedia griega en Interlagos
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De todas las combinaciones, de todos los finales que me podía esperar, en Interlagos se dio el que ni remotamente se me paso por la cabeza. Uno tras otro los sucesos fueron desembocando en un final loco. Tan loco como toda la temporada en si.

Lo que trastocó todas esas combinaciones fue el golpe de teatro de la primera vuelta. Nadie lo esperaba. No hemos visto a Hamilton cometer demasiados errores este año, pero dos de ellos (el de China podríamos repartirlo a partes iguales entre él y la escudería) en los momentos más críticos y más decisivos. Mucho habíamos oído hablar acerca de la fuerza mental de Hamilton, que podía con la presión, y que desde muy joven había vivido momentos así, pero a la hora de la verdad medio mundo ha visto que la presión es un factor determinante. Tanto que ni siquiera un robot-piloto como Hamilton ha podido superar. Ahora mismo los gritos y lágrimas en Woking tienen que se abundantes. Después de perder el título de constructores de la forma en que lo perdieron, perder el título de pilotos de esta manera es para replantear todas y cada una de las políticas internas del equipo. No puede ser que la escudería con el segundo mejor palmarés mande a la basura un título así.

Al final unos dicen que se ha hecho justicia, otros, que la diosa fortuna hizo acto de aparición, pero la verdad es que Alonso, aunque las posiciones dijeran lo contrario, jamás tuvo posibilidades reales de luchar por el título. Fernando, con un ritmo le carrera le impedía luchar por ganar esa posición con la que alcanzar la gloria, se encontraba en tierra de nadie de cara al título. Tras su error y la "avería", Hamilton perdía en boxes lo que ganaba en la pista. Lejos de cualquier posibilidad salvo error ajeno. Y mientras todo eso pasaba, Raikkonen siempre tuvo todo controlado. Los Ferrari contaban con Massa abriendo pista hasta que un segundo golpe de teatro, que todo el mundo esperaba, dejara todo sentenciado. Justicia o fortuna, título para Kimi. Felicidades. Ganaron un título que Mclaren se negó a ganar.

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