Los rumores sobre el renacimiento del mítico Toyota Celica llevan tiempo acaparando titulares, pero ahora la buena nueva parece más sólida que nunca. Y es que durante el reciente Rally WRC de Japón, el vicepresidente de Toyota, Yuki Nakajima, confirmó ante el público que se está trabajando en la esperada octava generación del Celica.
Esta revelación llega tras varias pistas, incluida la aparición del nombre Celica Mk8 en una pizarra de futuros proyectos de una serie web de anime de Toyota. Además, el reciente registro de la denominación Celica en una patente ha avivado aún más el hype, señalando que el regreso de este deportivo parece más cercano de lo que muchos esperaban.
Vuelta a los orígenes y un motor con sello Toyota
“Para ser sincero, ahora mismo no hay ni rastro de él”, dijo el ejecutivo, según el medio japonés Best Car, traducido al inglés. “Sin embargo, hay mucha gente en la empresa que espera con impaciencia el Celica. Así que... no estoy seguro de si está bien decir esto en un foro público, ¡pero vamos a hacer el Celica!”.
Si algo ha quedado claro en las declaraciones de Nakajima es que Toyota quiere recuperar la esencia que hizo del Celica un modelo legendario. Aunque todavía no hay imágenes ni detalles técnicos confirmados, las palabras del ejecutivo insinúan que la marca está trabajando en un motor propio, dejando atrás la estrategia de colaboración para este aspecto clave.
La inspiración proviene directamente de Akio Toyoda, presidente de la compañía, quien mencionó al motor bóxer de Subaru y el motor rotativo de Mazda como sus favoritos, sin incluir ninguna creación propia de Toyota. Este comentario despertó la ambición de los ingenieros, según Nakajima: "Vamos a crear un motor que Morizo (seudónimo de Toyoda) no querrá dejar atrás".
Este motor, destinado al sucesor del GR86, podría ser la base también para el Celica, lo que abre la posibilidad de que ambos modelos compartan un tren motriz y un diseño de tracción trasera. Este enfoque no solo honraría las raíces deportivas del Celica, sino que también consolidaría su posición como un rival potente en el mercado de los coupés deportivos ofreciendo una alternativa más tradicional frente a la creciente electrificación.
No obstante, otra posibilidad menos romántica es que, en un contexto en que la industria automovilística está reviviendo nombres emblemáticos para atraer tanto a nostálgicos como a nuevos clientes (ejemplos son el Honda Prelude híbrido, el Ford Capri eléctrico, el Renault 5 eléctrico o el Ypsilon híbrido, entre otros), el futuro Celica esté electrificado de algún modo.
De hecho, el Celica podría inspirarse en el Toyota FT-Se Concept, un prototipo desvelado en el pasado Salón del Automóvil de Tokio. Este modelo, diseñado como un deportivo eléctrico de bajo peso y líneas angulosas, representa una evolución tecnológica importante para Toyota.
El FT-Se Concept, del que inicialmente se pensó que sería la base del nuevo MR2 eléctrico, contará con las baterías de tercera generación de Toyota. Estas baterías prometen ser significativamente más ligeras que las actuales, lo que mejorará la agilidad y el rendimiento del vehículo. Si el Celica hereda este enfoque, podría combinar la herencia deportiva de sus generaciones anteriores con las innovaciones necesarias para competir en la era de la electrificación.
Sea como fuere, el regreso del Toyota Celica promete revivir una leyenda en el mundo de la automoción. Aunque todavía quedan muchas incógnitas por resolver, como si el modelo será de combustión interna o electrificado, por el momento nos basta con saber que algún día volveremos a ver a este icono en las carreteras.
Con esta apuesta, Toyota busca no solo atraer a los nostálgicos, sino también conquistar a una nueva generación de conductores que anhelan un deportivo compacto, ágil y con carácter.