Última vuelta de rosca a lo que podría convertirse en el nuevo culebrón de la Fórmula 1. De la noche a la mañana Toyota decidió abandonar la Fórmula 1. Un abandono que no sentó nada bien a la FIA. El máximo organismo podría ampararse en la firma del último Pacto de la Concordia, firmado por Toyota y el resto de equipos en agosto y vigente hasta 2012, para solicitar una multa de 150 millones de dólares contra Toyota.
Este movimiento por parte de la FIA habría provocado una reacción inmediata de la escudería japonesa. Para evitar la sanción económica Toyota estaría negociando la venta de su plaza a una de las escuderías reserva, Stefan GP. Esta escudería de origen serbio y de la que ya os hablamos en septiembre, formó parte del proceso de selección para nuevas escuderías que organizó la FIA y tras no concederle una de las plazas, presentó una denuncia ante la Comisión Europea. Algo que también hizo la estructura italiana N.Technology y que Lola también se planteó.
Dirigida por Zoran Stefanovic, la escudería Stefan GP se haría cargo del proyecto que Toyota tenía en marcha para 2010. En el pack se incluiriá el diseño del coche, las instalaciones en Colonia e incluso los motores Toyota, estos últimos a un precio de 5 millones de dólares por temporada. Además Kamui Kobayashi y Pascal Vasselon formarían parte del proyecto. Por último, Toyota también incluiría un contrato de patrocinio valorado en 5 millones de dólares. Vamos un negocio redondo para Stefan GP.
El mayor perjudicado de este movimiento no sería otro que Peter Sauber. El suizo está a la espera de que la FIA le confirme en la última plaza disponible. Pero a la espera de que se tome una decisión sobre Toyota, si los japoneses venden su plaza, Sauber se quedaría sin opción y sin mundial. Además, la venta quedaría anulada ya que esta no se completaría hasta que el equipo no consiguiera la deseada plaza.
Vía | TheF1.com
