Si tuviera que definir con pocas palabras que me pareció la Tums Fast Relief 500 disputada en el Martinsville Speedway solo necesitaría dos: destructuion derby. En las 500 vueltas que los 43 stock-car tuvieron que dar al short-track, más conocido como el Clip, los incidentes fueron los protagonistas y los casi 20 periodos de caution hicieron que el pace-car rodara en cabeza casi un cuarto de carrera.
Y si hablamos de accidentes, chapa y reparaciones de urgencia, la palma se la lleva Brian Vickers. El piloto de Red Bull estuvo implicado hasta en cinco incidentes, con o sin culpa, y su última visita a boxes fue kafkiana sobre todo si tenemos en cuenta a los mecánicos que para ese momento ya no sabían que reparar.
En lo puramente deportivo, Tony Stewart se hizo con su tercera victoria de la temporada, las tres conseguidas en The Chase. Resultado que le permite ascender hasta la segunda posición a falta de tan sólo tres pruebas para que finalice la temporada. Smoke hizo buena su última parada en boxes, en la que decidió cambiar dos neumáticos, para vencer en la última resalida a Jimmie Johnson.
Todo hacía indicar que Johnson se haría con una victoria que le permitiría albergar posibilidades de revalidar título pero en el sprint de las tres últimas vueltas no pudo contener a Stewart que le superó por el exterior. Jeff Gordon finalizó tercero mientras que otro aspirante, Kevin Harvick terminó justo detrás, recuperando parte del terreno perdido en Talladega. Por su parte, el líder Carl Edwards minimizó daños en un trazado que no va con su estilo de conducción.
