El KERS llegó en 2009 a la Fórmula 1 y su presencia se puede determinar como de rotundo fracaso. Es más, en 2010, FIA y equipos llegaron al acuerdo de no prohibirlo, pero con el compromiso de que nadie lo iba a utilizar. En 2011, la FIA reintrodujo el Kinetic Energy Recovery Systems en la Fórmula 1. Aunque a día de hoy, y al igual que ocurriera en 2009, no todas las escuderías contarán con el.
Una de las que podría no utilizarlo es Hispania Racing F1 Team. Es más, en boca de su ingeniero jefe, Toni Cuquerella, el KERS es poco eficiente y fruto del marketing más que una necesidad de la máxima categoría. En resumen, y al igual que en 2009, el lastre más caro de la Fórmula 1.
Está de moda la tecnología verde y se venden más coches así. Muchos constructores quieren KERS para justificar ante sus departamentos de marketing la inversión en Fórmula 1, porque así se puede vender la imagen de que la F1 se aprieta el cinturón en el tema energético. El KERS es poco eficiente, pero se pone porque los grandes constructores quieren vender coches. A nosotros, los ingenieros, nos toca aplicarlo, es esto o morir
Mucho dinero gastado en desarrollo que no tiene eficacia en la pista. McLaren, Renault y Ferrari acusaron hace dos temporadas el tiempo invertido en su desarrollo, cuando al final la clave estaba en los dobles difusores. Como botón, ni Brawn GP ni Red Bull utilizaron KERS en 2009, las dos escuderías que dominaron de cabo a rabo aquella temporada.
Vía | Motor21
