A veces la Fórmula 1 es centro de las polémicas más ridículas que puedan imaginarse. Resulta que le preguntan a Jean Todt si está disgustado con el tatuaje que se ha hecho Raikkonen para celebrar su primera victoria con Ferrari.
Ha dicho que no, y que si algún patrocinador se siente descontento con ello es mejor que no sea socio de Ferrari.
En primer lugar, sería ridículo que alguien estuviera descontento con ello. Nunca he oído que a un presidente de un equipo de fútbol le pregunten por los tatuajes de sus futbolistas. Si los jóvenes se tatúan, ¿por qué no los pilotos de F1?
¿Acaso ponerte un tatuaje significa que trabajas menos duro o que eres peor persona? Lo que tiene que hacer Raikkonen es ganar carreras, como Alonso. Uno lleva la cruz por sus palabras y el otro por sus actos, pero lo único importante es que son los mejores pilotos dentro de los circuitos, que es lo que interesa a los aficionados.
Vía | autosport
