A pesar de que hace unos meses se hablo de la posibilidad de un intercambio de coches entre Sébastien Ogier y Sebastian Vettel, lo cierto es que el grupo VAG (y también Red Bull) lo puede todo y antes de poder ver este evento entre los dos actuales dominadores del WRC y del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, han preferido reunir dos de sus pilotos en el precioso circuito de Nürburgring.
En él se han dado cita el propio Ogier con su Volkswagen Polo R WRC y Mattias Ekström con su Audi RS5 DTM bajo el brazo. El actual líder del Mundial de Rallyes se puso al volante del coche de los cuatro aros en una prueba que a su parecer fue demasiado corta. Tan sólo cinco vueltas al circuito que se utiliza en el gran circo y con neumáticos usados, pero suficiente para poder ver algo de la velocidad del Audi.
Ogier, que ya ha tonteado en varias ocasiones con los circuitos, parece que también le gusta seguir los pasos de su antiguo compañero de equipo, Sébastien Loeb, probando todo lo que se le pone por delante. De cara a la galería, el actual piloto de Volkswagen afirmaba que tal vez el DTM podría ser un buen destino después de que deje los rallyes.
Ekström también pudo probar el Polo R WRC de Sébastien en una pista asfaltada a tan sólo unos pocos metros del circuito de Nürburgring. No era la primera vez del piloto sueco de Abt en un World Rally Car, ya que tonteó con el campeonato allá por 2005 a los mandos de un Skoda Fabia WRC patrocinado por Red Bull. Obviamente, a él también le supo a poco.