Durante estos últimos días me ha parecido curiosa la multitud de comentarios que le reprochan su retirada a Sébastien Loeb. Sobre todo ahora que parece que tendrá un rival a su altura. Obviamente nunca llueve a gusto de todos, pero tenemos la costumbre de criticar a alguien si se retira cuando ya no consigue triunfos, pero si lo hacen como Loeb (en la cresta de la ola y peleando rally tras rally) o incluso Schumacher también se le “tira para que los leones se lo coman” asegurando que su decisión es tomada porque tiene miedo a su nuevo rival.
Sébastien ha marcado una época, ha ganado todo lo que ha tenido que ganar y ahora se ha cansado y quiere pasar más tiempo con la familia. El problema de su retirada no lo tiene él, lo tiene el resto. Si alguien quería vencerle tenía que haber aprovechado estos años y no lamentarse ahora de que el que “tiene la pelota” ya no quiere jugar más. Se ha ganado a pulso el derecho a decidir cuándo debe o no dejarlo y ha elegido irse disputando cuatro rallyes.
Y cuando digo que el problema lo tienen los otros me refiero a sus rivales y a sus aliados. Estoy prácticamente seguro de que tras ver el percal de Suecia, más de uno dentro de la cúpula de Citroën se ha puesto de rodillas y le ha rogado y suplicado que se quede el resto de temporada. Por ahora Loeb parece más que decidido a no continuar, pero no me sorprendería que la firma de los dos chevrones le convenza, tal y como ya hizo la temporada 2011, cuando ya tenía un contrato firmado con otra marca para disputar la edición 2012 del WRC.
Nueve Campeonatos del Mundo absolutos y uno Junior, 75 victorias, más de una década dando lo mejor de sí en cada rally y luchando por cada una de las victorias. Marcus Grönholm, Colin McRae, Petter Solberg o el propio Sébastien Ogier tuvieron la oportunidad de vencerlo durante los últimos años y no lo consiguieron. Hablar de miedo al rival, que se retira porque ve que Ogier es muy rápido y que el Volkswagen no falla, me parece una falta de respeto y sobre todo la muestra de que se conoce muy poco el carácter de Loeb.
Su retirada estaba ya planeada para 2012. Es más, el propio Loeb admitió recientemente que pensó ya en dejar el Mundial de Rallyes en 2005 (año en el que precisamente contrajo matrimonio con su esposa Sèverine), pero que durante este tiempo ha sido Daniel Elena el que le ha animado a continuar hacia delante año a año. Precisamente esa ha sido la periodicidad con la que se ha pedido por parte de algunos aficionados que Sébastien se retirara del WRC para que en los rallyes no hubiera un dominador tan claro.
Sin embargo, ahora que lo deja Loeb y aparece el intratable Ogier a lomos de su Volkswagen Polo R WRC nuevo y reluciente, parece que más de uno le ha visto las orejas al lobo y piensa que la única forma de evitar otra época de dominio (esta vez por parte de Seb II) es continuando el precursor de la saga. Algo así como si de un menú a la carta se tratara, dónde poder elegir lo que deben hacer el resto para que tú mismo puedas disfrutar.
Hasta aquí os he expuesto mi opinión sobre el tema. Ahora os toca a vosotros: ¿Hace bien Sébastien Loeb retirándose ahora?