Cada vez estamos más próximos a vivir un nuevo Gran Premio de Mónaco por las estrechas calles del Principado. Esta es una de las citas imprescindibles del calendario, y todo lo que acompaña a la Fórmula 1 en Mónaco tiene el sello inconfundible del glamour. Otro de los aspectos a destacar de Mónaco, es que Michael Schumacher no copa la lista de victorias en este circuito. El Rey de Mónaco es Ayrton Senna, con 6 victorias, muy lejos del piloto en activo con más victorias en Mónaco, David Coulthard, con 2.
Mónaco supone la distancia de circuito más corta de todo el calendario, siendo especial incluso en este apartado. En total, los pilotos darán 78 vueltas a los 3.340 revirados metros del trazado monegasco, recorriendo un total de 260,5 km en la carrera del domingo, por debajo de lo que marca el reglamento como distancia mínima de un Gran Premio, 300 km. Pero vaya, para los afortunados que puedan asistir de público (sí, sí, como ya avanzó Esteban sin señalar a nadie, me confieso: voy a estar en Mónaco!), el poder ver pasar los monoplazas a dos palmos de tu asiento un puñado de vueltas más que en cualquier otro circuito es, si más no, excitante. Al tratarse de un trazado urbano, la adherencia de la pista es crítica, mejorando a medida que pasa el fin de semana. Habrá que ver cómo se comportan los ya de por sí menos adherentes Bridgestone de esta temporada. La marca japonesa estrenará este fin de semana su compuesto super blando, y a buen seguro que la tanda de vueltas que los pilotos deberán dar por reglamento con las gomas más duras (en este caso, el compuesto blando), puede ser crucial de cara al resultado final de la carrera. Esta nueva exigencia relativa a los neumáticos supondrá muy probablemente que nadie se arriesgue a adoptar una estrategia de una sola parada en boxes, ya que una tanda larga con los neumáticos menos adherentes sería una auténtica proeza aquí en Mónaco, a no ser que se alargue muchísimo la tanda con los compuestos super blandos... Pero vaya, la estrategia lógica será de dos paradas. Recuerdo cuando algunos valientes arriesgaban a salir en Mónaco a hacer la carrera entera sin parar...
Y otra de las cosas que me encantan de esta carrera es ver las soluciones aerodinámicas de los diversos equipos en busca de ese último kg de apoyo aerodinámico. Los alerones y apéndices que habitualmente se estrenan en Mónaco suelen ser de lo más vistoso y espectacular. E insisto, este año los neumáticos se adhieren menos, por lo que, por regla de tres, la necesidad de generar downforce será todavía mayor.
