El automovilismo está en constante evolución. Junto a los prototipos del Mundo de la Resistencia, los Fórmula 1 son posiblemente la categoría que más cambio ha sufrido durante las últimas décadas. Hoy, Sauber, nos ha querido enseñar dicha evolución sobre las carnes de sus monoplazas. Desde el C12 de 1993 hasta el nuevo y por ahora infructuoso C32 de 2013.
Lamentablemente, el estado financiero actual de la escudería no se parece en nada al de hace dos décadas, al igual que sus monoplazas. El último flotador, el dinero proveniente de Rusia, parece cada vez más lejano y a partir de ahora los dirigentes del equipo se deberán plantear muchas cosas para conseguir pagar las deudas con pilotos (del pasado y presente), suministradores de neumáticos y al último acreedor que se ha dado a conocer, Pirelli.