En 2009, Romain Grosjean recibió el regalo envenenado de sustituir a Nelson Piquet Jr al volante del Renault R29, más conocida como la cosechadora, en el Gran Premio de Europa. En ninguno de los siete grandes premios que disputó, el francés pudo hacer un buen resultado (13º en Brasil fue su mejor actuación) y como consecuencia, para el comienzo de la temporada siguiente, Renault, ya con Genii Capital tomando las decisiones no contó con el.
Pero Romain Grosjean ha perseverado y sus esfuerzos están teniendo resultados. Abandonó el Mundial de GT1 para continuar con su carrera en los monoplazas. Ganó la AutoGP en 2010 y este año se ha llevado el título de la GP2 por el que no pudo luchar en 2009. Todo ello le ha vuelto a abrir las puertas de par en par de la Fórmula 1. A partir de ahora, Grosjean será piloto reserva de Lotus Renault GP y yo no descartaría alguna oportunidad durante los entrenamientos libres de los viernes.
De momento, para ir acostumbrándose de nuevo a un Fórmula 1, Grosjean ha gozado de un test en el Circuit de la Comunitat Valenciana Ricardo Tormo, y curiosamente lo ha hecho al volante de un R29. El francés realizó simulacros de calificación, tandas largas y pit-stops completando más de 600 kilómetros en el test. El programa que realizó nos dice que el objetivo de Lotus Renault GP va más allá de un simple test para habituarse.
Vía | Autosport