La imagen que desde luego me dejo ayer impactado ocurrió en los terceros entrenamientos libres. La lluvia, al igual que en casi toda la jornada de ayer, caía copiosamente y los charcos se contaban a centenares sobre el trazado brasileño. En resumidas cuentas un atentado para la seguridad. Y eso que la sesión estuvo parada durante muchos minutos ya que el helicóptero medico no podía volar.
Romain Grosejan salía a pista y cuando entraba en el segundo sector de Interlagos pasaba por encima de un charco, al cual llamaremos Mississippi a partir de hoy, y tras sufrir el fenómeno del aquaplaning se salía a la hierba. Ahí el francés poco pudo hacer mientras veía como su Renault se levantaba del suelo y estaba a pocos centímetros de volcar. Afortunadamente no ocurrió nada aunque si os fijáis en la marcas de las ruedas después de la salida apreciareis más o menos lo cerca que estuvo de algo más serio.
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