Roma anunció el pasado viernes que renuncia a montar un Gran Premio para esforzarse más por tener las olimpiadas. Lo grave del tema no es que no vaya a haber un nuevo circuito urbano, sino que por un momento haya tenido posibilidades reales de desbancar a Monza del calendario. Llegado ese caso, por favor, bórrenme de la Formula 1.
Es curioso lo de los circuitos urbanos. Me encantan circuitos como Montecarlo, Macao, Long Beach o Surfers Paradise (Australia), pero no me gustan nada los nuevos circuitos urbanos, ni la moda que hace que la cúpula directiva de la Formula 1 organice eventos urbanos porque son más rentables a corto plazo que la construcción de un circuito decente.
Nota: como la entrada de esta mañana duplicaba otra existente el viernes, hemos cambiado el tema de la misma. El comentario de esta mañana lo respetamos, claro.
Los circuitos de Formula 1 parecen más pensados para que los espectadores puedan ver más, que para que realmente sean un reto de conducción, que es lo que deben ser. Miento, quise decir “que es lo que creo que deben ser“. Los bocetos que he visto del circuito de Roma daban pena por no decir otra cosa, no son para nada lo que yo espero de un circuito de Formula 1, y me alegro de que no haya salido adelante el proyecto de Roma, sinceramente.
¿Qué ha sido de los circuitos? Ya hemos hablado más veces que las novedades del campeonato son como copias unas de otras, son circuitos Tilke, y por lo que parece es el único al que le dan concesión para construir circuitos: Circuito urbano de Valencia, Ciudad del Motor de Alcañiz, Circuito Yas Marina, Circuito Internacional de Corea, Circuito Jaypee Group, Circuito Internacional de Austin, Circuito de Sochi… no para la cosa.
A mi me parece que a Hermann Tilke le da igual diseñar un circuito urbano que uno permanente, y eso influye en que cada vez los circuitos me gusten menos. Sería mejor, en mi opinión, adaptar circuitos históricos a las exigencias de la Formula 1 moderna, como Zaandvort, o Jerez, o Paul Ricard, o… mil.
Mapa | Quickmaps
