Por lo que parece, en los últimos días Robert Kubica ha sido capaz de conducir un Renault Mégane con caja de cambios automática. Las cinco horas diarias de fisioterapia están empezando a dar sus frutos y el piloto está poco a poco recuperando la movilidad de su mano derecha, la que mayores daños sufrió en el accidente del año pasado.
No hay que olvidar que al polaco se le reabrió una fractura de la pierna derecha después de resbalarse en el hielo cerca de su casa hace menos de tres semanas. El ex-piloto de BMW y Renault ya está empezando a caminar sin valerse de las muletas, pero todavía le queda algo de tiempo para estar en plenamente recuperado y en disposición de ponerse a los mandos de un Fórmula 1. Todo se andará.
Vía | Motorsport.com