Habría sido emocionante, bonito, el volver a ver a Robert Kubica pilotando un Fórmula 1 después de más de tres años sin hacerlo. El polaco tuvo la oportunidad el año pasado, pero se negó, al ver que no había planes de futuro, dadas sus dificultades para competir en algunos circuitos.
El año pasado Kubica hizo varios test en el simulador de Mercedes, en Brackley. Le sirvió para volver a sentirse cerca de un Fórmula 1, pero esta experiencia también le dejó claro las limitaciones con las que cuenta en su cuerpo tras el accidente sufrido en el Rally de Andora en invierno de 2011. Según ha admitido el propio piloto, no puede girar la muñeca ni el antebrazo lo suficiente como para poder competir en circuitos con curvas estrechas, como Mónaco o Singapur.
El año pasado hubo un plan para hacer una prueba con un F1, y estuve muy contento de poder hacerlo, pero mi pregunta fue: ¿y qué será lo siguiente? Lo siguiente no era posible debido a mis limitaciones... así que no lo hice, quería protegerme
Cuatro temporadas alejado del Gran Circo suponen un daño moral para el piloto polaco. No ha vuelto a pisar el paddock, y se le hace difícil ver las carreras de Fórmula 1 desde casa. Sabe, al igual que nosotros, que a día de hoy seguiríamos disfrutando de él en la pista... Quizá hubiera ganado alguna carrera en 2011 con aquel Lotus, o en 2012... o habría compartido equipo con Fernando Alonso en Ferrari. Nunca lo sabremos, aunque vista la dureza de aquel accidente en febrero de 2011, es una alegría poder ver a Kubica competir en el Mundial de Rallyes.
Vía | Mirror