Siempre me han encantado las bravuconadas de las que son capaces algunos pilotos estadounidenses. Muchos, aunque sin posibilidades, siempre se ven con opciones a la victoria sea cual sea la competición y sin pararse a pensar que hay pilotos mejores y más experimentados. Sin embargo, en el caso de Robby Gordon hay que darle cierto valor a sus palabras ya que el año pasado ya demostró ser muy rápido, llegando incluso a pelear por el podio.
La llegada del piloto de Hummer y de la Nascar siempre es un puro espectáculo. Tan pronto se le ve haciendo trompos en medio de Buenos Aires como parándose en mitad de la carretera a tomarse una cerveza con los aficionados que ya le esperan en masa en las cunetas. Eso si, este año olvidaros de verle al volante del Hummer verdinegro, ya que Monster ha dejado de patrocinar al piloto estadounidense.
Eso si, en el boom de las bebidas energéticas, pasará de las bebidas monstruosas a Speed Energy. ¿Será premonitorio? Aun así Gordon deberá hacer frente a las desventajas que le plantean un coche de mayor consumo y solo tracción trasera. Sin embargo la potencia y el musculo americano en las etapas de velocidad pueden ser perfecto para el humbie de Robby. Por ahora ya ha dado muestras a los periodistas de sus ganas de ganar.
Es distinto, más pequeño y menos potente, pero es rápido. Si puedo mantener el ritmo puedo ganar. Estoy seguro de que sí. Pensé que podía, pero hubo un problema: los 35 minutos de ventaja que nos sacó Volkswagen (Sainz). Si conseguimos que eso no suceda este año, y que no suframos problemas mecánicos, vamos a ganar.
Vía | La Gaceta
