Estoy seguro de que la mala temporada realizada por Citroën ha permitido que la de M-Sport sea considerada hasta buena a pesar del fiasco completado por sus dos primeros pilotos. El año realizado por Mads Ostberg y Evgeny Novikov ha sido prácticamente nefasto, pero la gran segunda parte de campeonato realizada por Thierry Neuville, unido al ridículo realizado por el que durante la última década ha sido su principal rival, deja el balance del equipo de Malcolm Wilson en un bonito aprobado.
La minitemporada sobre nieve prometía mucho para los pilotos del equipo británico. Contar con Thierry Neuville de cara al Rallye de Montecarlo y con Juho Hänninen y Mads Ostberg de cara a Suecia hacía pensar en algún podio que permitiera a M-Sport comenzar su primer año sin apoyo oficial de la mejor manera posible. Sin embargo, los accidentes de unos, y las salidas de pista de otros hizo que tan sólo el tercer puesto del primer piloto del equipo en territorio escandinavo salvara la papeleta.
A partir de eses momento, el año ha estado marcado completamente por la irregularidad, los problemas mecánicos y los múltiples errores del que era llamado a ser la punta de lanza tras su victoria la pasada temporada en el Rally de Portugal. Desde México hasta Finlandia, la tendencia del equipo fue claramente descendente y tan sólo algún resultado de Novikov y el resurgir de Neuville a partir del Rally Acrópolis mantuvieron la calma en la sede de Cumbria.
Y es que, fue precisamente a partir de las pruebas mediterráneas sobre tierra cuándo se empezó a ver que Thierry Neuville podría ser el único capaz de estar a la altura de Volkswagen y Sébastien Ogier. Las actuaciones realizadas en terrenos tan distintos como Cerdeña, Finlandia, Alemania, Australia o Francia hacían crecer el interés de los equipos por el piloto belga, que hace un par de temporadas tan sólo era un especialista en asfalto más enrolado en el programa multitudinario de PSA. Programa que le dio oportunidad en 2012 de dar el salto al WRC, pero que también casi acaba con su prometedora carrera.
Ostberg siguió sin levantar cabeza, mientras su Ford Fiesta RS WRC seguía pareciendo ser atendido en las asistencias más por meigas que por los propios mecánicos. Novikov conseguía salvar la temporada de forma anecdótica en el asfalto de Alsacia y España, mientras que Neuville explotaba de júbilo al cruzar la meta en Gales, sabedor de haber conseguido el subcampeonato de pilotos por delante de Latvala y detrás el inalcanzable Sébastien Ogier. La temporada del resumía en que él sólo había sido capaz de sumar más puntos que los dos pilotos juntos del primer equipo.
Los pilotos. Sólo Neuville salva el honor
Mal, muy mal. El 2013 es un año para olvidar en el caso de Ostberg. El nórdico se plantaba en M-Sport ilusionado tras dejar atrás su época como piloto “privado”, sin embargo, ha tenido que seguir desembolsando dinero en el negocio de Malcolm Wilson y los resultados no han sido todo lo buenos que deberían haber sido. Terminar con los terceros puestos de Finlandia y Suecia como mejores resultados no le permite demasiadas alegrías, mucho menos exigir un asiento en un equipo oficial.
Las expectativas sobre la cabeza de Evgeny Novikov eran mucho menores, por lo que la decepción ha sido menor que en el caso de su compañero. El ruso comenzó con tres primeros rallyes nefastos, en los que sólo consiguió tres puntos. En parte ha logrado calmarse y ya no protagoniza secciones deportivas de telediarios españoles, pero aun así su rendimiento está lejos de la cabeza. Los billetes rusos siguen siendo muy apetecibles e incluso podrían permitirle hacer una temporada completa con la necesitada Citroën después de que su continuidad con M-Sport este prácticamente sentenciada y tras rechazar un programa parcial con Hyundai.
Eso sí, Neuville ha sido capaz de poner un filtro de color rosa sobre cualquier problema vivido en “Malcolm-Sport”. Completamente para enmarcar las trece pruebas realizadas por el nuevo piloto estrella de Hyundai. Tan sólo le ha faltado la victoria, pero con el equipo de Michel Nandan detrás, unido a la desbandada de Citroën y la reducción del apoyo de Qatar a M-Sport, parece que está llamado a ser el primero del resto, el Zorro que plante cara al Capitán Montero y sus villanos.
Nasser Al-Attiyah debería salir en el diccionario. Al menos su foto sería un buen ejemplo de lo que se conoce en español como la palabra caprichoso. El qatarí ha reducido su programa bajo mínimos, este año sólo ha completado cinco pruebas y ha conseguido en tres de ellas ser quinto. Nasser se encuentra involucrado en numerosas competiciones como el Cross Country, las carreras de barcos y ahora incluso está interesado en el RallyCross. Todo un veleta, pero al fin y al cabo es su dinero y por tanto nadie le puede acusar de nada…
Los tiempos de Juho Hänninen fueron buenos, pero el problema personal que le dejaba fuera del Rally de Portugal y su posterior fichaje por el equipo Hyundai como piloto de pruebas le dejaban fuera de la ecuación. El finlandés sigue siendo uno de los favoritos del público y siempre que se monta en un coche de rallyes se espera lo mejor de él. El programa parcial con la firma coreana es una gran recompensa para él a pesar de sus mediocres resultados al final de las tres pruebas disputadas este 2013.
En cuanto a las jóvenes apuestas, Elfyn Evans y Hayden Paddon hicieron rallyes muy consistentes en Cerdeña y Catalunya, destacando mucho el sexto puesto del británico en la cita italiana, algo que repitió semanas después a los mandos del Ford Fiesta RRC en Alemania, algo todavía más meritorio incluso. En cuanto al neozelandés, tal vez el asfalto catalán no fue la mejor forma de realizar su debut al volante de un World Rally Car. La octava plaza, a menos de cinco minutos de Sébastien Ogier nos habla de su potencial, veremos si esto tiene continuidad en 2014 y si en M-Sport les siguen dando la alternativa al Campeón de la WRC Academy y al del PWRC.
En Motorpasión F1 | Resumen WRC 2013
