Ambos motoristas promueven una revisión del reglamento técnico con el fin de implementar una protección al sistema turbo de sus respectivas unidades de potencia. Según los informes, se descubrió que la zona del compresor carece de protecciones por lo que es muy probable que las chispas originadas por la alta presión salten incontrolables y causen daños a los dispositivos más cercanos.
El problema radica en que la aspiración de adjuntar una cubierta se traducirá en un incremento de hasta cuatro kilos, cuando el reglamento especifica que cada unidad de potencia debe pesar, con todos sus accesorios, un máximo de 145 kilos. Renault es el principal promotor de la moción y la semana que viene explicará a la FIA, a través de un vídeo, los potenciales daños que ocasionaría un turbocompresor sin protección.
Por su parte, desde Ferrari anunciaron que estarán al tanto del proceso pero no harán pronunciamiento alguno sobre el caso pues consideran que la configuración de su unidad de potencia no genera tales inconvenientes. No obstante, al Ferrari representar un tercio de los motoristas debe, por reglamento, acordar con Mercedes y con Renault todo lo referente a los sistemas de potencia antes de trasladarse hasta Melbourne.
Vía | auto motor und sport
