Además de crear un campeonato con el que atraer a las grandes marcas, el acuerdo entre la FIA y el ACO para crear el World Endurance Championship tenía alguna idea más en el horizonte. La FIA tenía en mente que entre su joya, la Fórmula 1, y la joya del ACO, los LMP1, hubiera cierto nexo. Y el más claro es el motor. La reglamentación 2014 para los LMP1 permitirá la utilización de los nuevos motores V6 Turbo de la máxima categoría y Renault ha sido la primera marca en mostrar algo de interés. Y eso que la presentación en sociedad de su Energy F1 fue el pasado sábado.
Antes de nada hay que decir que la reglamentación de 2014 para los motores en los LMP1 buscará la eficiencia energética y limitará la cantidad de combustible utilizado por cada giro. Es por ello que un motor procedente de la Fórmula 1 tendrá que evolucionar y también tendrá que mejorar en su fiabilidad. El ciclo de 5.000 kilómetros previsto para la Fórmula 1 es más o menos, disputar las 25 horas de Le mans al completo.
Ha sido Carlos Tavares, director de operaciones de Renault y número dos tras Carlos Ghosn, el que ha afirmado que Renault ha estudiado la posibilidad de dar el salto a la resistencia con el Energy F1 aunque no sería hasta comprobar la calidad del motor por lo que una posible llegada no sería hasta 2016. Eso sí, en ningún momento, la marca francesa se ha planteado construir un LMP1. Y todo esto teniendo en cuenta la reciente vuelta de Alpine a las carreras.
Por el momento, Alpine no utilizará estos motores ya que para Tavares, el espíritu de Alpine es el de David contra Goliath. Es por ello que la marca, ahora propiedad al 50% de Renault y Caterham, seguirá en un escalón inferior como lo es la categoría LMP2.
Vía | Autosport
