A pesar de que el matrimonio pasó por momentos complicados al principio de la relación, ahora mismo, Red Bull y Renault forman una de las parejas mejor avenidas de la parrilla. Los motores RS27de Renault quizás no sean los más potentes, pero son fiables y consumen poco (quizás eso ayude a expulsión de gases en frenada…). Dos de tres, no esta mal. Eso hace que en la escudería anglo-austriaca ya casi nadie se acuerda de las quejas de Dietrich Mateschitz.
La unión entre ambos finalizaba en 2012, justo con el final de trayecto de los actuales V8 y por ello ya habían entablado conversaciones para el futuro. Tanto es así que hasta la semana pasada, el acuerdo entre Red Bull y Renault era casi inminente. Y digo casi porque el acuerdo se firmaba en base a los motores que se iban a utilizar en 2013, los 4 cilindros Turbo. Con la llegada de los V6 Turbo a escena, en Red Bull han decidido esperar y discutir con Renault, no vaya a ser que los franceses se lo hayan tomado mal y tomen las de Villadiego.
Esto acaba también con la idea de Mateschitz de fabricar sus propios propulsores. A pesar que Helmut Marko lo ve factible, el dueño de Red Bull ha reconocido que mientras puedan conseguir el apoyo de un gran fabricante seguirán comprando motores. El austriaco reconocer que Red Bull únicamente fabricaría sus propios motores en condiciones extremas.
Vía | Autosport