El domingo lo habíamos reservado para viajar hasta Salou y ver si en el parque de asistencia podíamos encontrarnos con alguno de los amigos de la página. Por el camino la radio nos anunciaba los resultados de los partidos del Real Madrid y Barça, momentos antes de ensombrecer cualquier otra noticia con el desgraciado accidente de Marco Simoncelli.
Todavía impactados por la noticia nos encontrábamos por el camino con los ouvriers del equipo Citroën, que charlaban amigablemente fuera de sus Mitsubishi Lancer EVO IX. Ya en las afueras de Salou nos encontramos dirigiéndose al primer tramo a varios participantes, Daniel Oliveira con su Mini Countryman WRC, entre otros. El sonido de los helicópteros sobrevolando nuestras cabezas volvía a hacernos disfrutar de la magia de los rallyes.
Una vez llegados al parque de asistencia de Port Aventura buscamos sin suerte a algunos de los pilotos y copilotos que han pasado por nuestras líneas. Ni Diego Vallejo, ni Xevi Pons, ni Borja García se encontraban en esos momentos por allí, así que se nos hizo imposible acercarnos a ellos para preguntarles como habían visto el Rally de Catalunya.
Al que sí pudimos ver fue a Armindo Araujo que había abandonado hacia pocas horas e incluso ya se encontraba vestido de calle. Tras curiosear un poco por allí nos dirigimos a la bonita exposición de coches de competición de la marca SEAT. Al Biturbo del Cto. de España se les sumaban el Ibiza Kit Car y el Cordoba WRC. Además eran acompañados por los León del WTCC que lucían impecables ante los ojos de los aficionados.
Tras dar un paseo a fondo nos acercamos al podio situado en el paseo marítimo. Allí, además de la multitudinaria concentración en la carpa de RallySlot, pudimos pararnos a contemplar el increíble BMW del desaparecido Pep Bassas. Sin duda un bonito tributo por parte de los organizadores, que no quisieron olvidarse de uno de los pilotos que creó afición en la península con su espectacular pilotaje de coches traseras.
A partir de ese momento tocaba esperar a los pilotos que llegaban desde la Power Stage celebrada en el Col de la Teixeta. Un rato que nos amenizó uno de los encargados de seguridad y la cantidad de “periodistas” que se le colaban en cuanto se daba la vuelta. Las nubes que se podían ver a lo lejos anunciaban la llegada de una inevitable, a la par que necesaria, lluvia.
En primera persona vimos la llegada de los hombres de Citroën con sus llamativas pelucas rojas y blancas, así como el descontrol provocado por los mecánicos de Juho Hanninen que traían por la calle de la amargura a la jefa de prensa después de perderse por las calles de Salou. Por su parte, Armin Schwarz, antiguo piloto del WRC, pasó completamente desapercibido para muchos. destcar por último la increíble pasión con la que cantaron los aficionados galos la marsellesa, mientras nos miraban por encima del hombro. Ya les llegará su hora…