Os pongo en situación. Primer rally de la temporada, una prueba tan complicada como el Rallye de Montecarlo, con sus habituales condiciones de frio, hielo y nieve. Debutas con un coche con el que tan sólo has realizado un par de jornadas de test sueltas y te marcas un scratch de escándalo en el precioso tramo de St. Bonnet, en la novena especial del rally. ¿Y si a ello le sumas que has sido campeón del Europeo de Rallyes, del Intercontinental Rally Challenge y del SWRC? Sí, habéis acertado, estoy hablando de Juho Hänninen.
Sí, el finlandés vuelve una vez más a demostrar de lo que es capaz al volante de un World Rally Car, y el mayor problema es que sigue sin tener un asiento oficial para disputar el resto de la temporada. Tan sólo tiene dos balas en su cargador, el Rallye de Montecarlo y el Rally de Suecia, con las que tiene que hacer blanco para que patrocinadores y equipos se fijen en él. A partir de ahí la duda de si podrá o no encontrar un coche con el que disputar la tercera prueba, México.
Una situación un tanto cruel para un piloto que durante los últimos años ha demostrado que además de manos tiene fidelidad a sus equipos y acata todas las consignas que se le dan. Además, durante mucho tiempo ha demostrado que se le dan muy bien todas las superficies, incluido el asfalto. Algo que no se puede decir de todos sus compatriotas que siempre han tenido una ligera tendencia a tener alergia al asfalto. Por eso me pregunto qué tiene que hacer Juho Hänninen para poder conseguir de una vez por todas una montura oficial.