El accidente que se produjo ayer durante la salida del Gran Premio de Bélgica es un ejemplo más de que en la Fórmula 1, la seguridad aún se puede implementar. El monoplaza de Romain Grosjean voló y lo hizo pasando a escasos centímetros del casco de Fernando Alonso. No hay que ser agorero pero lo que tampoco se puede hacer es esperar a que algo pase para mejorar las cosas. Algo muy habitual en el ser humano pero que no tendría excusa posible si miramos atrás y buscamos incidentes en los que la parte más desprotegida del piloto, la cabeza, ha sufrido un grave impacto con terribles consecuencias. Ahí están los ejemplos de Felipe Massa en el Gran Premio d Hungría de 2009, el fallecimiento de Henry Surtees o el más reciente accidente de María de Villota.
Parece que una de las posibles soluciones es la utilización de cúpulas. De un plumazo la cabeza del piloto recibiría una protección extra. Estoy seguro que también hay contras, pero para eso está la FIA y sus estudios. En los últimos dos años, el máximo organismo nos ha mostrado dos ensayos distintos (utilización de cúpulas y un arco protector ) de protección para los pilotos y en ambos se demostraba que es el camino a seguir. Es por ello que os planteamos la siguiente pregunta:
¿Qué pasos tiene que dar la Fórmula 1 para mejorar la seguridad de los pilotos?
Como siempre, podéis dejar vuestras opiniones en la sección de respuestas.
La semana pasada, y aprovechando el nacimiento público de la Fórmula E (el monoplaza presentado, el Formulec, ya llevaba unos añitos más de recorrido) nuestro compañero Esteban Viso os cuestionaba sobre el el futuro de la competición y sobre la posibilidad de que las energías limpias tomen el relevo a la gasolina (¿Puede ser la Formula E el futuro de la competición?).
Ha sido nuestro lector Akhenaph el que ha dado en el clavo con su respuesta afirmando que aunque los vehículos eléctricos carecen de un sonido tremendo y el embriagador olor a gasolina, satisfacen la necesidad de los aficionados aportando otros detalles. No puede tener más razón. La competición evolucionará y si en el siglo XX y XXI la gasolina ha sido el hilo vertebrador, quizás en el siglo próximo (o en las próximas décadas) sea la electricidad. El mercado y la sociedad va camino de los vehículos eléctricos y la competición, que en esta ocasión no ha sido pionera, debe adaptarse o morir.
Yo también era de los que pensaba eso de “es que claro… el olor a gasolina, el ruido del motor…” pero cuando vi el coche del equipo de la universidad de Zurich o Sttutgart quedé PARADO. Y el sonido, es espectacular igualmente porque se oyen otras cosas que nunca dirias que estaban allí en los de gasolina. Se oye los neumáticos sufriendo (no con el clásico derrape, sino con un ruido como de goma pegandose al suelo muy espectacular) oyes la mecánica en movimiento, los frenos y es realmente un espectáculo.
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