Han pasado casi dos meses desde que se celebrara la primera cita del Mundial de Turismos en Curitiba. La cancelación de la prueba que se iba a realizar hace un mes en Puebla nos ha dejado huerfanos de WTCC durante una buena temporada. Este fin se semana, los turismos volverán a escena en el trazado urbano de Marrakech. Y curiosamente lo hace en uno de los trazados más curiosos y peculiares de la temporada.
El circuito marroquí es una larga sucesión de rectas en las que se intercalan unas pocas curvas y chicanes. Vamos un trazado de esos que no hace afición. Si nos fijamos en lo sucedido el pasado año, los Chevrolet Cruze partirán como principales favoritos. En 2009, aquí lograron las primeras victorias y primer doblete para el que por aquel entonces era el nuevo modelo desarrollado por RML.
Este año, a la supuesta superioridad del coche, tenemos que sumar la presencia de Yvan Muller. El francés debutó en Brásil con los coches azules y ya salió de allí con el liderato bajo el brazo, aunque compartido con su ex-compañero Gabriele Tarquini. Los coches amarillos de SR-Sport serán los otros a tener en cuenta. Tras su título en 2009, el italiano decidió volver al campeonato bajo los colores semioficiales de la estructura de Joan Orús y a tenor de lo visto hasta ahora, la decisión no ha sido equivocada.
La gran incógnita será protagonizada por los BMW. Andy Priaulx y Augusto Farfus parece que están más pensando en su participación en las 24 horas de Le Mans, las 24 horas de Nürburgring y la resistencia que en el WTCC. El futuro de BMW en el campeonato, de forma oficial, está en entredicho, por lo que este año podría ser de total transición.
En el Trofeo de Independientes, la lucha se centrará en dos nombres. Sergio Hernández y Stefano D'Aste están llamados a luchar entre ellos por el campeonato. El resto de participantes está lejos de español e italiano y lejos de las prestaciones de los BMW de Proteam. Este torneo va a estar un poco descafeinado este año.
