La llegada del Porsche RS Spyder a los circuitos europeos ha sido una de las más gratas noticias que ha traido el 2008 de cara a las carreras de resistencia. Este LMP2 demostró en 2007 que podía convertirse en una alternativa a los todopoderosos LMP1, más concretamente de los Audi que, hasta el momento, campaban a sus anchas por los circuitos norteamericanos.
El RS Spyder era la vuelta de Porsche a la competición con con coches exclusivamente fabricados para la competición tras muchos años de ausencia. Su última creación, el Porsche 911 GT1, consiguió la victoria en la edición de 1998 de las 24 horas de Le Mans.
En 2007, el RS Spyder disputó su segunda temporada en las ALMS, siendo la mayor de las pesadillas de los Audi, y sino fuera porque ambos conviven en categorias distintas, el Posche hubiera salido triunfador de la batalla. Todo sea dicho, los revirados y, algunos de ellos, urbanos circuitos norteamericanos le iban como anillo al dedo al menos potente y sobre todo menos pesado Porsche.
En 2008, el RS Spyder ha cruzado el charco de la mano de tres equipos. Los daneses de Team Essex, los holandeses de Merksteijn Motorsport, con Jos Verstappen como figura al volante y los suizos de Horag Team podrán comprobar como se las gasta en la categoría pequeña. Una categoría donde la heterogeneidad entre modelos es un hecho mezclando, en multiples posibilidades, chasis y motores en busca del conjunto perfecto.
De momento el cambio de reglamentación en las Le Mans Series, aumentando el peso mínimo del conjunto de los LMP2, parece hecho por y para que los Porsche pierdan cualquier tipo de ventaja ante los LMP1. De los 125 kilogramos de diferencia entre LMP1 y LMP2 en ALMS se pasa a los 75 en las Le Mans Series, lo que hace que vencer a los LMP1 sea una utopía. Este año los 275 C.V de diferencia entre unos y otros se va a notar más de lo normal. Veremos de lo que son capaces.